La red de casas de acogida del Principado registró el pasado año 118 ingresos de mujeres, casi la mitad de los recibidos en el año 2008 cuando se alcanzó la cifra más alta en este tipo de situaciones de emergencia, siendo las inmigrantes la cuarta parte de la población que accedió a este recurso. Así lo pusieron de manifiesto Joanna Magdalena, coordinadora de la red; Eva Lázaro, abogada del centro asesor de la mujer de Gijón y Carmen Sanjurjo, directora del Instituto Asturiano de la Mujer, durante la presentación de la historia, logros y objetivos de esta red de establecimientos de apoyo a mujeres en dificultades en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón.

Pese al descenso registrado en el número de ingresos, aumentan las denuncias por violencia de género. Así, si en el año 2011 tan sólo el 65% de las mujeres que acudían a la red de casas de acogida denunciaba a sus agresores, el año pasado el 80% tomaron la decisión de poner en conocimiento del juez su situación personal. «A veces la intervención es muy complicada por las mujeres han estado expuestas a un proceso de maltrato lento y progresivo que las destruye mucho», apuntó Joanna Magdalena.

Para la directora del Instituto de la Mujer, «la violencia de género es causa y consecuencia de la desigualdad de género» y se congratuló de que, al menos en este ámbito «no haya recortes» ni para el sostenimiento de la red de acogida ni para los centros asesores de la mujer. Esa red incluye tres viviendas independientes y veinte pisos de acogida en Oviedo, Gijón y Avilés. En el centro de atención integral de Gijón -conocido como la «Casa Malva»- se registraron 167 ingresos el año pasado. Lo determinante para que las mujeres puedan acceder a estos recursos «es el primer asesoramiento», apuntó Eva Lázaro. Además, las intervinientes coincidieron en subrayar su malestar por las declaraciones del diputado de UPyD, Toni Cantó, quien aseguró que un tercio de las denuncias por violencia de género eran falsas. Sanjurjo tildó dichas manifestaciones de «majaderías» basadas en «prejuicios machistas e instó a «no dar un paso atrás» contra la violencia de género.