«Yo, que soy una de las víctimas de las listas abiertas, creo que es el mejor modelo que hay», defendió ayer Daniel Ordás en la Facultad de Comercio, Turismo y Ciencias Sociales «Jovellanos». Este asturiano, abogado, escritor y político, natural de Cangas de Narcea y afincado en Basilea (Suiza) desde principios de los noventa, subrayó ante un auditorio integrado mayoritariamente por estudiantes y profesorado universitario, que es el momento de afrontar una «reforma seria» del sistema político español. Ordás es miembro del Partido Socialdemócrata suizo y su visión es la de un ciudadano que siente la política como «algo propio» y que ve en las mayorías absolutas «la mayor desgracia para un país porque impide el debate».

A su juicio, «la democracia directa y las listas abiertas son posibles sin tocar la Constitución española». Y todo, pese a que el texto de 1978 «ha quedado desfasado porque nació como una obra incompleta y si no se modificó antes fue por miedo a que se desequilibrara el consenso de mínimos al que se llegó».

Ordás prepara ahora una publicación junto al abogado gallego Juan Cortizo que lleva por título «España se merece una reconstitución». En este volumen se plantea la llamada «reforma13» que suma al objetivo de introducir un sistema de democracia directa similar al de Suiza, conceptos tales como políticos milicianos, listas abiertas y la reforma del sistema electoral. En ese camino hacia el cambio, el representante del partido socialdemócrata en Suiza detecta que «fue un error» no haber evolucionado la Constitución Española desde la entrada en la Unión Europea. «El texto es excelente, el mejor que se podía conseguir en aquel momento pero es necesario dar nuevos pasos», apunta Ordás.

En su reivindicativo título «España se merece una reconstitución» -que verá la luz la próxima primavera- también encierra una queja sobre la devaluación de la clase política: «el político no tiene poder nato, lo delegamos en él, pero ningún diputado tiene más capacidad que cualquier otra persona para decidir», advierte. Por ello, y sólo en nuestro país, admite «el derecho al pataleo y a las manifestaciones a pie de calle» que se están produciendo porque «es muy saludable que se piense en el bien general aunque en España ningún político sabe cual es».

En cuanto a la polémica sobre las posibles represalias políticas a la diputada socialista en el Parlamento catalán Carme Chacón si no asume la defensa de la celebración del referéndum soberanista que apoya su partido, Ordás juzga «inconstitucional» y un «desastre» para el sistema político que todos los integrantes de un mismo grupo parlamentario deban votar en el mismo sentido. En un sistema de democracia directa, recordó, donde no hay la disciplina de partido que hay en España, los propios partidos tienen un interés vital en tener candidatos disidentes, porque dan votos de gente de otras formaciones. Y las listas abiertas conllevan a un sistema de políticos milicianos donde nadie vive a sueldo ni ejerce la política como profesión, concluyó Ordás.