A. RUBIERA

Hace cuatro años Cabueñes estrenó una nueva unidad de ictus y casi al mismo tiempo en el ánimo de una enfermera de la sección de Neurología, Mª Isabel Curto Prada, quedaba plantada también la semilla de la inquietud. Esa semilla ha tomado forma de «biblia», de 400 páginas, con la que se quiere aportar una dosis de trabajo gijonés para reforzar la atención a los pacientes neurológicos.

«Con la apertura de esa unidad hubo muchas enfermeras nuevas que tuvieron que enfrentarse con patologías con las que no estaban familiarizadas y se me ocurrió que podía ser buena idea poner en papel los conceptos y experiencias que cada uno pudiera aportar en torno a la atención al paciente neurológico», explica Isabel Curto. Detrás estaba, también, el convencimiento de que el paciente neurológico es un enfermo con connotaciones a tener siempre en cuenta, según señalan unánimemente los expertos: por el importante grado de discapacidad y cronicidad que llevan asociadas enfermedades como los ataques cerebrales, el parkinson, el alzheimer o la esclerosis múltiple, por citar algunas frecuentes y de gran impacto en Neurología; o la certeza del peso que estos diagnósticos tiene en quienes los sufren y también en sus familiares y cuidadores.

Pese al ingente trabajo que había por delante y la seguridad de que sola no podría abordarlo, Isabel Curto no cejó en el empeño. Y para su alivio y su enorme satisfacción, «cuando lo comentaba con los compañeros, a todos les parecía una buena idea. Así que preparé un temario, hice unas hojas de presentación, un formulario básico que fuera la base de los trabajos, y se formó un equipo asesor y revisor formado por médicos y enfermeras que daban de paso las aportaciones que se nos presentaban».

Dos años después acaba de ver la luz el «Manual básico de Neurología para enfermería». Una obra «coral» firmada conjuntamente por 54 profesionales de la salud -prácticamente todos del hospital de Cabueñes-, de los cuales 27 son enfermeras, 15 facultativos, 6 auxiliares de enfermería y seis profesionales del trabajo social, la nutrición, la salud mental, la calidad y seguridad, la fisioterapia y la terapia ocupacional. «Es un orgullo para la especialidad, para mí misma como jefa de este gran equipo, y sirve para demostrar lo mucho que se puede hacer desde la humildad de un hospital comarcal como el de Cabueñes y desde la base, ya que no fue un trabajo hecho al dictado de los intereses de ningún jefe o político, sino que surgió desde el interés de los trabajadores de la base», indicaba ayer con orgullo Dulce María Solar, jefa de sección de Neurología de Cabueñes. Para Solar «la singularidad de este libro», que definió como un «auténtico posgrado de enfermería», es que «no tiene antecedentes que conozcamos en Asturias, ni quizá en España, y ha sido un trabajo de equipo en el que todo el mundo ha desempeñado su tarea sin pedir nada y ofreciéndolo todo». Una idea que también resaltaba Begoña Calleja, supervisora de enfermería de la unidad. El manual ha sido editado gracias a la colaboración de la firma farmacéutica Merck, cuyos portavoces sostienen que «sólo tuvimos el mérito de ponerle la guinda al pastel. Pocas veces se presenta la oportunidad de que puedas colaborar en la edición de un trabajo de tanto interés para la comunidad, en el que todo el mundo ha colaborado desinteresadamente», explicó ayer en Gijón Carlos Sanz, portavoz nacional de la firma.

El manual, del que se han editado por ahora mil ejemplares y ya ha despertado interés fuera de las fronteras asturianas, recoge una parte recordatoria de las claves de la especialidad (anatomía, fisiología del sistema nervioso y la circulación cerebral...); otra con las patologías más frecuentes y una tercera de cuidados generales, tanto de enfermería como de otras especialidades, así como capítulos orientados a las necesidades de los cuidadores.

Sus objetivos son claves: «orientar y dar a conocer la patología neurológica de forma sencilla al personal de enfermería que trabaja con estos pacientes; unificar las diferentes especialidades en un objetivo común: el paciente neurológico; y elaborar un libro de consulta sencillo que puedan utilizar todos los interesados», exponen. Y entre esos interesados citan y vuelven a citar «a las familias y cuidadores, esos grandes olvidados».

A. RUBIERA

El hospital de Cabueñes quiere buscar la excelencia sanitaria y contribuir, aunque sea con modestia, a la promoción de la salud en España. Y lo pretende hacer con un «semillero de investigadores» que con sus trabajos clínicos faciliten ese camino. El Servicio de Salud del Principado explicaba ayer ese interés por la investigación que se va a impulsar en Cabueñes, un hospital que desde hace años, ininterrumpidamente, entrega premios de investigación y de póster científicos, constituidos como forma de animar al personal sanitario del área V (Gijón, Carreño y Villaviciosa) a salir de la espiral de trabajo por la que suele estar absorbido.

Será la comisión de investigación del Hospital de Cabueñes la encargada de poner en marcha este año un grupo de trabajo, con participación de especialistas de diferentes ramas, sobre el que pivotará el asesoramiento, formación y acompañamiento a los facultativos interesados. Ana Celia Tuero, directora general de Asistencia Sanitaria, se referirá hoy precisamente a este proyecto gijonés en la entrega de los XXIV premios de investigación del área sanitaria V, que tendrá lugar en el salón de actos de Cabueñes. Las distinciones de este año han recaído en Antonio Altadill, Beatriz Braña y Virginia Franco, por sus trabajos médicos, de enfermería y de diseño de proyecto de investigación, respectivamente.

Antonio Altadill, especialista del hospital de Jove, vuelve a ver reconocida la línea de trabajo que sigue la unidad de investigación del hospital del oeste en torno a la enfermedad inflamatoria intestinal. En este caso el estudio galardonado un «Análisis comparativo de la expresión de metaloproteasas y sus inhibidores en refecciones de la enfermedad de Chron y la enfermedad diverticular complicada». En enfermería de nuevo Beatriz Braña (hospital de Jove) recibe un reconocimiento por el trabajo «Supervivientes de cáncer de mama: calidad de vida y diagnósticos prevalentes», que ya ha sido publicado en revistas especializadas. En el caso del premio al diseño de proyectos de investigación, la especialista en Otorrino de Cabueñes, Virginia Franco, logró el éxito con un estudio sobre «Eficacia y seguridad del tratamiento intratimpánico con metilprednisolona en el vértigo posicional paroxístico benigno intratable con medidas de reposición».