El Principado repara de urgencia la Carbonera por un argayo en La Madera

Unos cincuenta metros de carril desprendidos ladera abajo, por suerte, sin daños personales que lamentar. Hace tres semanas un argayo provocó la caída de un tramo del carril de bajada hacia Gijón de la Carretera Carbonera (AS-246) en el alto de La Madera, justo en el límite del concejo gijonés con el de Siero. La Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Principado ha tenido que tramitar de urgencia la obra de reparación del alud, de gran magnitud, cuyo coste ascenderá a los 200.812,81 euros.

La gran cantidad de agua caída en este comienzo del año ha provocado el derrumbe de una zona que, según los vecinos, «es bastante "argayosa", aunque hacía tiempo que no se desplazaba». Luis Álvarez, vecino de Llantones, asegura que «fue exagerado lo que llovió». El carril desprendido fue acotado con conos, cinta y señales luminosas, y los trabajos de reparación se iniciaron hace una semana, a cargo de la empresa Construcciones JCN, tras una tramitación de emergencia de la obra.

Los trabajos consistirán en la reparación del hundimiento de la plataforma. Para ello, se está procediendo inicialmente a la limpieza y saneo de la zona afectada. Seguidamente, en la margen izquierda se construirá un muro de escollera de unos sesenta metros de longitud y seis metros de altura media, que se apoyará en una base de hormigón con carriles hincados. Asimismo, se realizarán trabajos de mejora en la red de drenaje que consistirán en evacuar las aguas acumuladas en el talud de la margen derecha de la carretera. Se reconstruirá el pavimento, se pintarán marchas viales y se colocarán barreras de seguridad. Aunque el derrumbe es grande, los vecinos reconocen que «no hubo casi protestas porque esta carretera, desde que se hizo la Autovía Minera, tiene poca circulación. Sólo los pocos vecinos que hay y gente de excursión pasan por ahí», asegura Álvarez. «Hay que tener cuidado e ir despacio, porque sólo hay un carril y puede ser peligroso, pero está señalizado y de noche se ve por las señales luminosas», explica la trabajadora de un restaurante situado a escasa distancia.