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La reflexión de Pedro de que quienes se inician en las drogas «no saben en que se meten» está plenamente respaldada por la psicóloga que le atiende. «La gente joven tiene muy poca tolerancia a la frustración. Este extremo, unido a la falta de educación de muchos hogares, hace que los adolescentes se inicien cada vez antes en el consumo de todo tipo de sustancias», asegura Estefanía García. La desaceleración económica, la imposibilidad de los adolescentes de tener «todo lo que quieran» y la depresión generalizada de la que son conscientes en muchas ocasiones en su ámbito familiar impulsa a estos jóvenes a introducirse en un mundo de drogadicción que afecta cada día a «más personas y más variadas», tal y como alertan las trabajadoras del SIAD. De hecho, la media de edad de sus usuarios que pasaron en el año 2012 por sus instalaciones se situó en los 34 años y siete meses. Los ciudadanos que más atención necesitaron son, según las estadísticas de este servicio, aquellos incluidos en dos rangos de edad muy concretos: entre los 20 y los 24 años y los más de 40. «La heroína ha perdido fuerza pero a día de hoy hay mucha gente que consume cocaína y tranquilizantes», destaca Ana Secades.

Asturias y Madrid son las dos única comunidades autónomas que cuentan con un servicio como el SIAD. En la capital de España los trabajadores que impulsan esta lucha contra los estupefacientes comenzaron a trabajar hace 22 años en los juzgados de Plaza de Castilla. «Desde que en el Código Penal se plantea que quién delinque por su drogodependencia tiene que ser tratado de una forma especial se empieza a ver la necesidad de estos servicios», argumenta Ana Secades confiando en que el gobierno del Principado siga apoyando al SIAD en un futuro. A día de hoy estas trabajadoras no han sufrido recortes que les impidan continuar con su actividad y no temen por su continuidad. Aseguran que no están en la misma situación que la tantas veces nombrada en las últimas semanas Unidad Terapéutica de la cárcel de Villabona pero son conscientes de que «hay que apretarse el cinturón». La plantilla del SIAD de Asturias, compuesta por cinco personas, da servicio por el momento a los juzgados penales y de instrucción de Oviedo y de Gijón. La expansión hacia Avilés está prometida pero «aún seguimos esperando a mejores tiempos».

Los números hablan por si solos. El pasado año 2012 las trabajadoras de este servicio realizaron más de 1.000 informes, asistieron a casi medio centenar de juicios y realizaron más de 2.500 entrevistas. Las cifras no dan tregua y es que, tal y como reconocía Pedro, «la droga es un diablo muy potente».