Es peluda, de color blanco y se mueve como si estuviera viva, pero «Nuka», el bebé de foca, es un robot diseñado hace más de cinco años por un ingeniero de robótica japonés que la empresa Vitalia de centros de día para personas mayores introdujo como terapia contra las depresiones y las demencias para estimular las áreas cerebrales de los pacientes. En principio, el robot estaba pensado como acompañamiento de hijos únicos en la sociedad japonesa.

Una de las dos «Nuka» con que cuenta Vitalia (cada robot cuesta siete mil euros) fue presentada ayer por la presidenta de la empresa, Catalina Hoffmann, en el centro de día para mayores de Vitalia Gijón, situado en la calle del Marqués de Casa Valdés.

El denominado «Método Hoffmann» con «Nuka» se aplica de forma rotatoria en los 21 centros de día de la red de Vitalia de España. El robot tiene capacidad de movimiento, de transmitir sensaciones más propias de los seres humanos y de una expresividad en sus ojos, que abre y cierra en función de su supuesto «estado de ánimo», que permite a las personas mayores tratar al bebé de foca como una auténtica mascota.

Catalina Hoffmann y el doctor Galo Aguirre, gerente del centro Vitalia de Gijón, explicaron que las personas con depresión suelen rechazar la terapia con animales vivos, especialmente perros; por eso la foca robot «Nuka» es una ayuda inestimable para que vuelvan al contacto con el exterior con una terapia a nivel individual. «Nuka» está previsto que vuelva al centro Vitalia de Gijón dentro de unos seis meses.