Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de El Natahoyo detuvieron el pasado martes a una joven de 23 años vecina de Santander, acusada de perpetrar varios robos en centros comerciales. La ahora arrestada conseguía evitar las alarmas de seguridad de los establecimientos utilizando bolsos forrados con papel de aluminio. Los agentes encargados de la investigación del caso aseguran que la joven cántabra pertenece a una banda organizada que se dedica a perpetrar pequeños robos en diversas localidades del norte de España, por lo que las investigaciones continúan abiertas para intentar arrestar al resto de miembros de este grupo.

La ahora detenida fue localizada gracias a la colaboración del vigilante de seguridad de un centro comercial de material deportivo situado en Roces. El trabajador observó cómo la acusada «se agachaba en varias ocasiones» y rebuscaba en las estanterías, por lo que la retuvo hasta que llegaron al lugar de los hechos los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía. Los agentes trataron de localizar a los compinches de la vecina de Santander que supuestamente se encontraban esperando a su compañera a bordo de un vehículo en el aparcamiento del centro pero que habrían abandonado el lugar al percatarse de la presencia policial. La mujer había tratado de salir del establecimiento con un bolso apantallado en el que guardaba camisetas de marca valoradas en 400 euros.

Ésta no es la primera vez que los investigadores detienen a estos delincuentes. De hecho, la Policía había localizado a estos jóvenes la pasada semana en Oviedo y días antes en Bilbao. Los funcionarios mantienen que el robo es el único «medio de vida» de este grupo, que tiene base en Santander y realiza viajes «de un solo día» para apoderarse del material que luego los acusados venden a través de internet para conseguir dinero en efectivo.

La Policía asegura que en los últimos años ha aumentado el número de personas que utilizan estos «bolsos apantallados» para robar aprovechando las grandes aglomeraciones que se producen, sobre todo durante los fines de semana, en los principales centros comerciales. Los acusados por este tipo de delitos suelen ser ciudadanos del este de Europa.