Un joven de Gijón se enfrenta a una condena de tres años de cárcel, acusado de violar la intimidad de una menor con la que el ahora imputado mantuvo relaciones sexuales en septiembre del año 2011. El fiscal encargado del caso mantiene que el adolescente, que ahora tiene 20 años, grabó uno de los encuentros sexuales con su teléfono móvil y posteriormente mostró el vídeo a tres de sus amigos, que ahora también deberán declarar ante el juez. No fueron los únicos que vieron las imágenes.

El acusado también envió el vídeo a una compañera de colegio de la denunciante facilitando, tal como pone de relieve el abogado que ejerce la acusación particular en este procedimiento, que las imágenes se difundieran «en todo el entorno colegial de la menor». El letrado mantiene que las relaciones sexuales entre denunciado y denunciada, que tenía 13 años, estuvieron incluso accesibles desde el portal de internet Youtube, en donde llegaron a ser vistas por la tutora de la niña y la psicóloga del colegio en el que estudia la gijonesa, que está a tratamiento psiquiátrico desde que tuvieron lugar estos hechos y que padece, como consecuencia de la difusión de las imágenes, un episodio depresivo moderado que «ha afectado a su vida personal, social y académica de forma grave, estando incluso con tratamiento farmacológico para intentar superar este trauma infantil». Por esta razón, el fiscal personado en el proceso pide además que el joven acusado indemnice a la menor con 6.000 euros por los daños morales.

Durante la vista oral del procedimiento el tribunal de la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias deberá decidir -además de si hubo o no violación de la intimidad de la menor-, si las relaciones sexuales entre estos jóvenes fueron consentidas. A pesar de que la fiscalía no incluye en su escrito de acusación un delito de abuso sexual, el representante legal de la familia mantiene que la menor actuó después de que el acusado «ejerciera una presión moral insostenible» sobre la niña y «abusando de su superioridad afectiva», dado el enamoramiento que mostraba la chica, por lo que el abogado pide a la Audiencia Provincial una condena de once años y nueve meses de prisión para el reo así como una indemnización de 90.000 euros.

La Policía Nacional realiza desde hace semanas una campaña especial a través de redes sociales para concienciar a los jóvenes de la gravedad de que cuelguen en internet vídeos en los que se les vea manteniendo relaciones sexuales. Los funcionarios arrestaron el pasado mes de abril a tres menores vecinos de Cádiz que habían grabado vídeos en varios institutos. La Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) es la encargada de investigar este tipo de violaciones de la intimidad de los adolescentes.