C. JIMÉNEZ

Tecnología de vanguardia para estudiar las formaciones jurásicas de la costa oriental de Asturias. Profesores de Geología de la Universidad de Oviedo se han apoyado en una aplicación desarrollada por un grupo de investigadores radicado en el campus de Gijón para obtener resultados muy precisos de la geomorfología de zonas rocosas, hasta ahora inaccesibles. Se trata de un estudio pionero a la hora de aplicar la fotogrametría en investigación geológica. Esta técnica permite producir imágenes o vídeos 3D mediante el uso de una gafas obturadoras, esto es, se simulan las tres dimensiones a partir de ciertas imágenes bidimensionales.

Bautizado como «Fraveple», el proyecto ha analizado distintos enclaves de la costa oriental asturiana valiéndose de la aplicación desarrollada por el grupo Ideascad, a cuyo frente se encuentran los profesores Santiago Martín y Ramón Rubio, del departamento de Construcción e Ingeniería de Fabricación de la Universidad de Oviedo. Se trata de un software 3D que, gracias al uso de unas gafas obturadoras, permite ver imágenes tomadas por cámaras calibradas, sin ninguna distorsión.

Los estudios realizados han requerido, además, la utilización de GPS de alta precisión, técnicas topográficas de última generación y fotografías georreferenciadas. Todo ello con el fin de conocer más a fondo lugares muy escarpados a los que hasta ahora no se podía llegar con facilidad. Los análisis de estas rocas del período jurásico con tecnología 3D revelan nuevos detalles acerca de cómo se abrió el golfo de Vizcaya y, posteriormente, se elevó la cordillera Cantábrica. Una de las conclusiones más prometedoras procede de la ensenada de la Conejera, una cala anexa a la playa de Rodiles, en Villaviciosa.

El estudio, publicado en revistas internacionales, está liderado por el grupo de investigación de Análisis de Pliegues de la Universidad de Oviedo, con Josep Poblet y Fernando Bastida a la cabeza. Participan profesores de los departamentos de Geología y Matemáticas y colaboran la Universidad de Cardiff (Reino Unido) y el Museo del Jurásico de Asturias. Según las primeras conclusiones, las zonas estudiadas son testimonio de la apertura del golfo de Vizcaya hace cien millones de años.

La investigación, financiada por el Ministerio de Economía y Competitividad a través del Plan Nacional de Ciencia, aparece reseñada en las publicaciones «Tectonophysics» y «Computers & Geosciences».