C. JIMÉNEZ

En Veranes hay fuegos, accidentes, hundimientos y peligrosos escapes de gas o hidrocarburos. Pero sin víctimas ni damnificados. La labor del centro de seguridad marítima «Jovellanos», es ofrecer una formación adecuada «para salvar vidas en situaciones extremas». El director de este pionero equipamiento de Sasemar, Rafael García Méndez, resume con estas palabras la labor de un centro que acaba de cumplir dos décadas. García Méndez lamenta que en ocasiones no tengan la visibilidad que desearían pese a estar considerados como «referencia y excelencia» en su sector y reconocidos internacionalmente. En sus instalaciones de Veranes es posible manejar un barco en pésimas condiciones meteorológicas, simular escenarios portuarios, accidentes de aeronaves, fuegos en edificios, plantas industriales o gasoductos. Cualquier contexto que contemple una situación de emergencia en el ámbito de la seguridad, el medio ambiente o marino tiene cabida.

Medio centenar de técnicos y especialistas altamente cualificados desarrollan su trabajo en dos grandes áreas temáticas: seguridad y medio ambiente. Cuando prende fuego la estructura de un Boeing 767 en Veranes dos camiones de bomberos escupen 5.000 litros de agua en dos minutos. Son capaces de poner los vehículos de cero a 100 kilómetros por hora en 18 segundos y en medio minuto las llamas tienen que estar controladas. «De lo contrario todo el pasaje habrá fallecido y la práctica no está superada», advierte García Méndez. Su instalaciones son el ejemplo de España para homologar los distintos niveles de formación y respuesta a este tipo de eventualidades. «No tenemos nada que envidiar a la Universidad de Fuego de Texas», añade ante el campo donde se realizan las prácticas de incendios y otro tipo de emergencias en interiores. Profesionales de toda España realizan prácticas y formación en la casa de incendios de Veranes, la torre de maniobras o en los contenedores para el control de fenómeno «flashover» (combustión súbita) pues junto con el sector marítimo cubren también las necesidades de en materia de seguridad y lucha contra la contaminación de colectivos como Bomberos, Protección Civil o empresas industriales.

Pero donde más impactadas se quedan las visitas es en el simulador de maniobras, con un puente navegación completo y visualización de 360 grados, que hace de este equipamiento una de las joyas del centro, tanto por su espectacularidad como por la sensación de realismo que aporta a quienes lo manejan. Se pueden crear distorsiones ambientales y meteorológicas y escenarios de navegación y remolque a gusto de quienes lo pilotan. «Hemos realizado estudios de maniobrabilidad para los puertos de Algeciras, Cartagena, Avilés, Gijón, Leixoes, Aveiro o Ibiza», indica el director. Ahora una autoridad chilena también se ha interesado por sus instalaciones.

Su equipamiento tecnológico permite, además, la generación y edición de rutas a través de cartas electrónicas de navegación. Y para las emergencias propias del medio marino cuentan con una piscina de 40 metros de ancho, 80 de largo y 12 de profundidad que hace las veces de contenedor de prácticas. Allí se pueden generar hasta 16 tipos de oleaje, de 1,6 metros de altura, con posibilidad de simulacros de contaminación marina por derrame de hidrocarburos. «Hay que enseñar a la gente en todos los escenarios», argumenta García Méndez.

Fruto de su empeño en mejorar la seguridad y bienestar de los ciudadanos nace el último proyecto internacional en que se ha embarcado el Centro de Seguridad Marítima Integral Jovellanos. Hace unos días les visitaba en Veranes uno de los responsables del consorcio «Monalisa 2.0», cuyo objetivo es avanzar hacia una transporte marítimo más seguro, eficiente y sostenible dentro del contexto de las autopistas del mar. Con 35 participantes entre empresas y universidades de 8 países y un presupuesto próximo a los 24 millones de euros, la iniciativa está llamada a ser un nuevo hito para el sector. «Intentamos aportar seguridad, eficiencia y control», resume García Méndez. Los mismos objetivos con que arrancaron hace 20 años.