La advertencia que planteó el director del Instituto de Comercio Exterior (ICEX) en Asturias, Javier Parra, en el transcurso de una sesión informativa en la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, sobre la necesidad de que en el sector privado se dé el cambio hacia los modelos británicos y estadounidense de gestión no cayó en saco roto. Parra pedía «mentes más abiertas» que en España, en una clara alusión a que las tareas de gestión no siempre estén en manos de profesionales del área económica o jurídica. El director de la Politécnica, Hilario López, reconoció que ha habido debates en este sentido para avanzar hacia un nuevo perfil de ingeniero que todavía no se han concretado. «Las empresas requieren ahora de perfiles técnicos formados en comercio exterior», insistió Parra, con una demanda expresa a que los propios expertos tecnológicos den el salto hacia la gestión de la internacionalización de las empresas.

De hecho, es conocido el interés que existe en el centro universitario por implantar un grado que aúne el perfil técnico y económico del ingeniero. En la Universidad se ha descartado, por el momento, crear nuevos títulos.

En cualquier caso, lo que reclaman los responsables del ICEX es la necesidad de contar con más profesionales con perfil de gestor, sobre todo, en el ámbito tecnológico. Para ello, el Instituto de Comercio Exterior acerca cada año a unos 200 universitarios la posibilidad de formarse en este sector mediante una convocatoria de becas. «Los datos son cada vez más positivos», apuntó Parra con respecto a la internacionalización de las empresas en el Principado. El año pasado se registraron 1.700 empresas exportadoras, pero buena parte de ellas tenían presencia en el exterior «de forma esporádica». La intención del ICEX es lograr que esta actividad sea más regular.

Ana Fernández, reconvertida en gestora del área de comercio exterior en la «spin off» de la Universidad de Oviedo Micrux fue presentada como modelo de lo que deben ser las empresas del siglo XXI. «La internacionalización es un trabajo constante y diario que no podemos olvidar», reconoció Fernández.