Laboral Centro de Arte y Creación Industrial abrió sus puertas en 2007 con un presupuesto de 3,8 millones de euros. Ahora, maneja 1,2. Para compensar esta merma de recursos públicos derivada de la crisis, se buscarán patrocinios en el sector privado, objetivo en el que se implicarán activamente distintos profesionales de la sociedad asturiana, que acaban de constituir la Asociación de Amigos de LABoral para dotar de personalidad jurídica su apuesta común por esta instalación cultural de vanguardia.

La entidad, sin ánimo de lucro, está encabezada por el abogado Luis Figaredo, experto en Derecho Marítimo; el catedrático y antiguo rector de la Complutense Rafael Puyol, la escritora y articulista de LA NUEVA ESPAÑA Cuca Alonso y la notaria Montserrat Martínez. «Queremos ayudar a traer nuevos visitantes, a conseguir recursos y colaboraciones que consoliden las actuales líneas de trabajo del Centro y a gestionar apoyos que hagan crecer el proyecto Laboral», resumía ayer Figaredo, presidente de la asociación, tras la primera reunión formal de su junta directiva.

Se trata, en definitiva, de «dar a conocer un poco más lo que se está haciendo aquí», porque, «como nos echaba en cara Machado, "todo lo que se ignora, se desprecia"». La Asociación de Amigos de Laboral inicia su andadura con un centenar de miembros -asturianos o estrechamente vinculados a la región-, que confían en las posibilidades del Centro de Arte y Producción Industrial de Cabueñes como «polo de atracción que haga de Asturias un referente indiscutible» de la cultura tecnológica mundial.

«Ahora es más necesaria que nunca la implicación de la sociedad civil en el apoyo al arte, la cultura y la investigación», considera Luis Figaredo. «Los tiempos han cambiado y el modelo institucional debe cambiar también, para hacer partícipe a un espectro de audiencia mayor», añadió Lucía García, vocal de la asociación y gerente de una instalación promovida por el Gobierno autonómico como símbolo de la transformación experimentada por la Universidad Laboral.

Aunque el colectivo se presentó ayer en sociedad, «ya hemos hecho algún movimiento», con empresas radicadas en la región o que puedan tener intereses en el Principado. Según dicen, «la gente se está mostrando más receptiva de lo que se podría esperar en un momento de crisis como éste». Figaredo insiste en que «aquí se hacen cosas impresionantes y, además, es un proyecto asturiano».

Como ejemplo de su potencial, hoy se mostrará al público una instalación robótica diseñada por los artistas e investigadores canadienses Sofian Audry, Stephen Kelly y Samuel St-Aubin. A lo largo de este mes de agosto, realizaron una residencia en el Centro de Producción de Laboral que les ha permitido trabajar en «Vessels», su particular recreación de una ecosistema robótico en el que, por medio de movimientos y colores, van interactuando 50 «individuos» acuáticos.

Audry, Kelly y St-Aubin ya le presentaban ayer su creación a los Amigos de Laboral, que se interesaron por las posibles aplicaciones empresariales de sus ingenios robóticos, por su composición o incluso por la formación académica de estos artistas de la electrónica. «Introduciendo sensores de temperatura o un barómetro, podríamos estudiar su comportamiento en lugares públicos», incidieron. Más allá de su inquietud artística, están los conocimientos de estos tres canadienses en Humanidades, Informática, Matemáticas e inteligencia artificial.