Los veleros y embarcaciones de recreo procedentes de otros puertos que recalan en el puerto deportivo traen en ocasiones pasajeros indeseados. Pegados a sus cascos pueden llegar especies marinas exóticas e invasoras, unos «polizones» que acaban anidando en los pantalanes del muelle local. Un grupo de estudiantes de diversas nacionalidades se encargó ayer de recoger muestras de estas especies.

Se trata de una actividad en la que el puerto deportivo gijonés viene colaborando cada año con el Departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo. Ayer fueron 18 estudiantes del Master Internacional Erasmus Mundus Marine Biodiversity and Conservation, acompañados por tres profesores, los que recogieron muestras de especies exóticas e invasoras que se adhieren a los pantalanes, en concreto a los flotadores y pilotes.

Así los pantalanes de la dársena exterior, en la que se amarran los barcos en tránsito, albergan especies diferentes a los que se podrían encontrar en la dársena interior, donde están las embarcaciones con base en el puerto deportivo.

La diversidad no sólo se vio ayer en las aguas portuarias. También entre el alumnado del máster, procedente de países como Corea, Filipinas, Colombia, Serbia, Francia, Alemania, Angola o Eritrea, al que se suma una profesora del curso que viene de la Universidad de Klaipeda (Lituania).