Tres directores generales del Principado, el de Justicia e Interior -Jose Luis Villaverde-, el de Industria -Luis Ángel Colunga-, y el de calidad ambiental -Manuel Gutiérrez García-, además del gerente del Servicio de Emergencias -Antonio del Corro-, tomaron nota ayer en el Ateneo de La Calzada del hartazgo y la gran preocupación que tiene los vecinos de todas las asociaciones del oeste de Gijón por las repercusiones que tienen en su vida diaria las emisiones de las industrias de la zona. Y por las consecuencias en la salud que pueden estar pasando factura sin que nadie lleve la cuenta.

La última emisión y más visible, aunque pudiera no se la más grave de estos años, fue la del pasado viernes, cuando un incidente en el horno alto A provocó un vertido de arrabio que se convirtió inmediatamente en una enorme nube rojiza. Entre las exigencias que se escucharon y los compromisos que quedaron sobre la mesa está el de reforzar los controles de calidad del aire en la zona con nuevos puntos de medición. Porque la desconfianza hacia los medidores actualmente instalados, que son básicamente los de las empresas, es máximo. "Pedimos tres o cuatro subestaciones colocadas en tres puntos estratégicos como puede ser Serín, Tremañes y puede ser Veriña", reclamó José Luis Fernández "Aguirre", de la asociación de Lloreda. También desde La Calzada se cuestionó la ubicación del medidor del barrio, y se reivindicó que se reubique en otro lugar donde la captación de partículas sea más fiable.

Además, los vecinos escucharon el relato de cómo el Principado se enfrentó a la emergencia del viernes, siendo informados de que "Arcelor no confirmó el accidente hasta las 18.02 de la tarde, cuando los primeros avisos a emergencias de los vecinos empezaron sobre las 17.20; es mucho tiempo", según contaban algunos portavoces vecianales presentes en la cita. Ese tiempo, y la inseguridad de qué hacer cuando ocurre algo así, llevó a vecinos como los de Poago a exigir "un plan de emergencia para que la población en todo momento esté informada de lo que ocurre, y si no es nada, quitarles la inquietud". Todos coincidieron en que "mantener el trabajo en la zona es importante, pero la salud igual".