C. JIMÉNEZ

El privilegio de tener iluminación esperando el autobús, cargar el teléfono móvil desde la propia marquesina obteniendo calor en invierno y una agradable brisa en verano, junto con un sistema de carga para bicicletas eléctricas es posible gracias a la incorporación de suelo térmico, un sistema de iluminación led, ventilación inteligente, wi-fi, miniturbinas eólicas y paneles solares. La iniciativa de introducir un montón de servicios en este pequeño cubículo del mobiliario urbano es de dos alumnos de la Escuela Politécnica de Gijón, Jorge González Andreu y Gerardo Hernández Suárez, que han llegado a la recta final de la última edición de los premios EdP "University Challenge". La idea es sencilla, explican los autores: "Se trata de prestar servicios a la ciudadanía de manera gratuita y sin aumentar la factura eléctrica del municipio mediante una "ecomarquesina" inteligente".

La energía necesaria para cubrir las demandas de este dispositivo a pie de calle se obtiene de dos fuentes renovables: el sol y el viento. La primera de ellas se logra mediante la colocación de paneles solares. Lo que en apariencia son las cristaleras de la marquesina hace las veces de panel solar, colocados en los laterales y la parte posterior a modo de cierre de la marquesina. La energía del viento proviene de unos generadores eólicos integrados en la parte superior de las esquinas del techo. Toda la energía obtenida por estos dispositivos se almacenará después en baterías instaladas en los pilares de la marquesina.

Todo este trabajo, de varios meses de pruebas y ensayos, se enmarca dentro de la asignatura de electrónica de potencia de tercer curso de Ingeniería de grado en Electrónica y Automatismo. La idea de la "ecomarquesina" inteligente surgió a raíz del taller de energías renovables, que lleva acabo actualmente el profesor Manuel Rico junto con otros miembros del departamento de ingeniería eléctrica, electrónica y de computadores y sistemas. "Se nos ocurrió la idea de realizar una marquesina basada en energías renovables y que ofreciese unos servicios al ciudadano. Se lo propusimos a Manuel y él nos guió para que la llevásemos a cabo", dicen.

Las energías renovables alimentan un servicio de calefacción (con suelo radiante de última generación) o de ventilación, dependiendo de la temperatura que haya en el exterior, explican ambos jóvenes. "Tal cual están las cosas en España trabajar únicamente en esto no es viable, pero sí es verdad que el tema de las ciudades inteligentes ("smart city") ya no es algo tan alejado de la realidad y podría llevarse a cabo en un futuro no muy lejano", sostiene Gerardo, actualmente de "Erasmus" en Dinamarca, que prevé dedicar su proyecto fin de carrera a esta iniciativa. Para su compañero de proyecto, Jorge, la "ecomarquesina" inteligente sería fácilmente comercializable. "Un miembro del jurado de otros años nos dijo que si muchos de los alcaldes de antes de 2008 tuvieran conocimiento del proyecto hubiera sido un éxito para nosotros y habríamos tenido nuestras marquesinas por toda España", apuntó el joven, convencido como su compañero de trabajo de las posibilidades de eventos como el "Smart city Expo World Congres" que se celebrará próximamente en Barcelona para dar a conocer este tipo de iniciativas.

Jorge y Gerardo coinciden en que sería buena idea agregar a la marquesina funciones más simples pero muy útiles como un cargador de móviles mediante inducción electromagnética, un enchufe convencional, un enchufe adaptado para la carga de bicicletas o la inclusión de un módem "router" para prestar servicios de Internet.

Finalizado el proyecto para su presentación al certamen de EDP, se les han ocurrido otras posibilidades de mejora. "Un ejemplo sería cerrar por completo la marquesina con una puerta para poder climatizarla", explica Jorge, siguiendo el modelo de lo que ya se hace en países como Dubai. "Pensamos en un pequeño chaflán para favorecer que la brisa fuese mayor y unas tapas para los ventiladores, para que no se fuese el calor por los orificios donde se ubican", agrega el joven.

Actualmente, en la Escuela Politécnica de Gijón, sus compañeros de eficiencia energética (una mención dentro de ingeniería electrónica industrial y automática) están construyendo físicamente los generadores eólicos que podrían instalarse en la marquesina. La energía obtenida por este medio es inyectada a un bus de corriente continua mediante diversas topologías de electrónica de potencia. La energía se extrae y se inyecta a las baterías mediante la topología de potencia llamada "flyback", en la que están trabajando otros alumnos del centro.