Luján PALACIOS

Marina Sánchez, alumna de doce años del IES Jovellanos, pasó recientemente por el mal trago de una operación que la mantuvo apartada de las aulas durante más de un mes. Fue intervenida de un tumor, "un ganglioneuroma", como ella misma explicaba ayer durante la entrega de los Premios Educativos de la Fundación Municipal de Cultura. Recibió por su tesón a la hora de reincorporarse a las clases el Premio al Esfuerzo Individual, un galardón con el que ayer se mostraba "encantada", y que se suma además a otros "trofeos" que ha ido recibiendo tras su operación.

Porque "mis compañeros me regalaron un oso de peluche gigante y una libreta con mensajes de ánimo de todos ellos", relataba. Sus ganas de volver a clase tras su "baja" y el esfuerzo que le supuso ponerse al día con todas las materias la han hecho ahora merecedora de un reconocimiento institucional.

Como ella, recibieron premio otros trece alumnos de varios colegios e institutos de la ciudad, como una forma de reconocer el mérito escolar, el esfuerzo personal, la actitud de sociabilidad individual y la sociabilidad colectiva.

Los premios al mérito escolar por expediente académico fueron a parar a Álvaro Vigil Pardo y Juan López Sánchez, del Colegio Ramón Menéndez Pidal, en la categoría de Educación Primaria. Los dos amigos se mostraban "muy sorprendidos" por la distinción, porque, como reconocían, "no sabíamos muy bien a qué veníamos ni por qué nos daban un premio". Sí lo sabía Laura García del Colegio Santa Olaya, una futura "bióloga marina o veterinaria" muy orgullosa del premio porque "me esfuerzo mucho". No en vano, los tres han obtenido una nota media de 10 en todo el ciclo.

En la categoría de Educación Secundaria el galardón fue para Cecilia Polledo, del IES Jovellanos, con una nota media del ciclo de 9,89. La estudiante aseguraba haber trabajado muy duro para conseguir unas notas brillantes: "la clave está en organizarse muy bien". El accésit en la misma categoría fue a parar a manos de Laura Castellano, del Colegio San Miguel y con una nota media de 9,86. En su caso, además, repite, porque "hace cuatro años gané el premio de Primaria".

El esfuerzo individual en Primaria se ejemplificó en las alumnas Marina Sánchez y Anaís García Vega, del Colegio Antonio Machado, en este último caso, como destacó la organización, por "su absoluta integración y las notas brillantes que ha obtenido". Yafú Zhou, del Colegio Los Campos, se llevó un accésit. Nacido en Asturias, sus padres son chinos, y aunque aprendió el idioma "desde pequeño", el jurado también ha querido tener un reconocimiento a "su plena integración cultural".

El esfuerzo individual en Secundaria reconoció el trabajo dos estudiantes senegalesas: Fatuo Kine Diagne Diop, del IES de Roces, y Awa Ka, del IES Rosario Acuña. Fatuo llegó a España hace cinco años, y lo más difícil para ella fue "aprender el idioma". Ahora, con 17 años, espera poder estudiar Empresariales. Awa Ka, por su parte, sólo lleva años en Asturias y ya está cursando Gestión Administrativa.

El premio a las actitudes de sociabilidad personal fue para el dicharachero grupo integrado por María Delgado, María Trénor, Sara Baldonedo y Celia Ordóñez, del Colegio Laviada. Entre todas "ayudamos a los compañeros que lo necesiten, hacemos de mediadoras", explicaban.

El colegio de Tremañes se llevó el premio de Sociabilidad Colectiva por su experiencia "Entre iguales", en la que participan 33 alumnos que desarrollan actividades de acogida y apoyo a los nuevos alumnos.

El colegio Santa Olaya fue premiado por su programa "Patio espacio educativo", una experiencia de mediación en el horario de recreo puesta en marcha para favorecer la integración y evitar los conflictos. También se ha valorado su esfuerzo en reciclaje y limpieza del entorno del colegio, que "hacemos por turnos todos los viernes", como explicaban Gema González, Laura González y Paula Goffin.

Por último, también fue premiado el Colegio Corazón de María por el programa "Educación para la solidaridad y el desarrollo", que ha dado origen a una ONG y que, como indicaba el alumno Sergio Teniente, ha servido ya para "enviar libros de texto a los estudiantes de un centro de Honduras". Un ejemplo merecedor de un galardón.