La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El debate y la polémica de los impuestos en la ciudad

En cinco años, 300 euros más de IBI en Gijón

El propietario de un piso céntrico ejemplifica la severa subida del Impuesto de Bienes Inmuebles tras la revisión catastral: de pagar menos de 400 euros ha pasado a abonar 761

El susto va por bloques, pero llega a todos. En una economía donde todo, empezando por los sueldos y los recursos reales a disposición de las familias, tiende a la baja, el recibo del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) no para de subir en Gijón. Miles de propietarios resoplan estos días al ver negro sobre blanco el dinero que deben pagar al Ayuntamiento por tener una vivienda en propiedad. El monto económico de ese susto varía, pero en la mayor parte de los casos ronda el 10% de incremento con respecto a la factura del año anterior. Y lo peor es que esa subida se acumula a la de años anteriores y no tiene visos de solventarse a corto plazo.

Un piso de 122 metros cuadrados en el entorno de la céntrica plaza del Instituto genera un IBI de 761 euros: 80 euros más que el año pasado. El salto en una vivienda de 142 metros cuadrados con plaza de garaje y trastero en El Bibio es de 660 a 721 euros. Menos llamativa parece la subida de 26 euros en un piso de 69 metros cuadrados en El Natahoyo, de 332 a 358 euros, con bonificación por pago fraccionado incluido, pero el incremento a nivel porcentual sigue estando por encima de las ratios que marca la economía actual.

Para entender el actual recibo del IBI hay que llevar la memoria hasta el año 2008, cuando la Dirección General del Catastro dio el visto bueno a una revisión catastral que, en coincidencia con aquellos tiempos de bonanza inmobiliaria que ahora parecen tan lejanos, supuso un incremento del 120% en los valores catastrales de las propiedades inmobiliarias de los gijoneses. La última valoración se consideraba desfasada al ser de 1997. La nueva valoración del bien iba a tener su reflejo directo en los recibos del IBI a a partir de una aplicación progresiva, por décimas partes, a partir del año 2009. Eso sí, el Ayuntamiento optó por acogerse a una bonificación potestativa regulada en la ley de Haciendas Locales que limitaba a un 9% la subida real en los recibos. Esa bonificación ya no es de aplicación por imperativo legal.

Las congeladas ordenanzas fiscales del Ayuntamiento de Gijón mantienen para el año que viene una bonificación por familia numerosa del 25% de la cuota íntegra del impuesto sobre bienes que no excedan de los 75.000 euros y otra del 50% para viviendas de protección oficial. Bonificación potestativa vinculada también a esa revisión catastral de 2008 es la que garantiza un ahorro por acogerse al sistema de pago fraccionado: el 60% del IBI el 20 de mayo y el 40% entre el 6 y el 20 de noviembre.

A partir de esa realidad, el antiguo y céntrico piso del Parchís pasó en 2009 de tener una valoración total de 69.713,81 euros a 228.898,90 euros y el recibo del IBI se elevó en ese ejercicio a 434 euros (el año 2008 no había llegado a 400 euros), para seguir subiendo sin parar hasta los 761 del actual ejercicio. Un incremento acumulado del 75%. Si la cuenta se hace desde el piso de El Natahoyo construido a principios de este siglo, su valoración catastral saltó en 2009 de 45.516 euros a 98.813 euros. El IBI en ese ejercicio se concretó en 283 euros, que ha ido subiendo año tras año hasta acumular un 30% de incrementos. Dos escenarios muy distintos pero que ejemplifican la misma realidad que sustenta el malestar de los propietarios.

Compartir el artículo

stats