C. JIMÉNEZ

«En Asturias no estamos en un proceso de recortes en la sanidad». El consejero Faustino Blanco descartó ayer que su departamento esté aplicando políticas restrictivas en la cartera de servicios de salud porque «no es ese el proceso que se está viviendo, a diferencia de otras comunidades autónomas». En una jornada convocada por la Federación de Asociaciones de Vecinos de la zona urbana bajo el título «Balance a dos años de recortes en la sanidad pública», Blanco se esforzó en aclarar que los últimos 18 meses no han sido de la gestión de los recortes sino de «reorientación del gasto en una situación de crisis». Sí reconoció que el presupuesto disponible para sanidad es inferior «pero gracias a una política selectiva de ver por donde podemos ganar en eficiencia hemos podido mantener la misma cartera de servicios, con la misma calidad o superior», remarcó, « y manteniendo el empleo estructural».

En su balance de gestión, el consejero destacó la seriedad y transparencia de su departamento, «sabiendo cumplir el presupuesto y demostrando solvencia». A su juicio, en Asturias existe «un buen sistema público de salud» pero para mantener la sostenibilidad advirtió que es necesario «atacar» ciertas «ineficiencias» del sistema. «Unos han decidido recortar y otros hemos decidido transformar haciendo más sostenible el sistema, con la misma cartera de servicios y acceso a ellos», apuntó sobre la política aplicada en otras regiones frente a la iniciativa del Gobierno asturiano de generar una sanidad de «alta calidad» para que el sistema no pierda legitimidad. La prioridad, agregó, es que «el sistema asuma los recursos que necesita».

En cuanto al proyecto para redimensionar el hospital de Cabueñes, que cuenta con una estimación de inversión de 100 millones de euros, señaló que éste es un plan ambicioso a escala local para adecuar las instalaciones hospitalarias a las necesidades de su entorno territorial. «Al ser un hospital pensado en las nuevas formas de atención, para la ambulatorización, nos a permitir dar mucha calidad de servicio a los ciudadanos, sobre todo para el nuevo paradigma de la atención sanitaria, la cronicidad», señaló Blanco. Pese al contexto económico de crisis, el consejero cree que se trata de «una obra financiable», partiendo de una diagnóstico de las necesidades reales del hospital. «No es fruto de una reflexión rápida sino que está planteado para la realidad de Cabueñes», agregó, al tiempo que lanzó un mensaje para los descreídos: «Ahora sí es posible esa inversión». Y para los grupos políticos que manifiestan cierto recelo sobre el proyecto dijo confiar en que estos se incorporen a una iniciativa «que esperamos que pueda ser de todos».

Aunque no se aventuró a dar plazos para la ampliación de Cabueñes sí que tuvo tiempo Blanco para referirse a la próxima apertura de dos instalaciones emblemáticas en la sanidad asturiana: el hospital Álvarez Buylla de Mieres, que abrirá sus puertas completamente renovado el próximo 17 de diciembre y el traslado del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) cuyo traslado se hará efectivo en la segunda quincena del mes de enero de 2014 al complejo de La Cadellada. «En seis meses como máximo estará totalmente funcionando y eso permitirá ya el cierre de las viejas instalaciones», aseguró el consejero.