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Tenneco, la historia de una lucha sin fronteras

Tres profesores de Sociología de la Universidad de Oviedo destacan en un estudio la estrategia de los trabajadores de la fábrica para hacer oír su voz en Europa

Participantes en la manifestación contra el cierre de la fábrica de Tenneco en Gijón, el pasado 17 de octubre. Marcos León

"El caso de Tenneco demuestra que algo se puede hacer para intentar frenar las deslocalizaciones". Sergio González Begega, profesor del departamento de Sociología de la Universidad de Oviedo, explica así por qué se ha decidido, junto a sus colegas Holm-Detlev Kohler y Ángel Alonso Domínguez, a iniciar un estudio sociológico sobre la movilización y la estrategia de los trabajadores para intentar frenar el cierre. Una estrategia que ha logrado implicar a la Comisión Europea, única administración capaz de presionar a una multinacional, empeño inasequible para administraciones más cercanas, en opinión de González Begega.

"Nos interesó la capacidad de la asamblea de trabajadores para organizar la presión política frente a la dirección de una manera hábil, no acantonándose en lo local y regional, sino incluso extendiendo la presión política a nivel nacional y orientando la acción política hacia el plano europeo", en un caso como el de Tenneco en Gijón cuyo centro de trabajo "está amortizado y da beneficios, pese a lo que la multinacional se quiere ir", añade Begega.

La investigación de campo que realizan los tres sociólogos de la Universidad de Oviedo se inició en el mes de octubre. El estudio de campo incluye entrevistas cualitativas con los integrantes del comité de empresa de la fábrica gijonesa, tarea que ya concluyó el mes pasado, conocer la primera impresión tras el anuncio de cierre y la evolución en el sentir de los trabajadores hasta la actualidad y también el de sus familiares. Además el equipo prevé hacer entrevistas con políticos, cargos europeos y otras personas conocedoras del conflicto de Tenneco, un conflicto que logró reunir a más de 10.000 personas en la manifestación de apoyo a la permanencia de la factoría que se celebró el pasado 17 de octubre en Gijón. La recopilación de las noticias publicadas a lo largo de estos meses sobre los planes de cierre de Tenneco y la contestación laboral, social y política que ha recibido la empresa, completan la información que se va a analizar en el estudio de los tres sociólogos, especializados en relaciones laborales.

"Nuestro plan de investigación es más ambicioso. Lo que queremos es analizar cómo se organiza un territorio cuando una multinacional decide irse", apunta Sergio González Begega, sociólogo especializado en transnacionales (Kohler lo está en sindicatos y Ángel Alonso en mercado de trabajo). Una reacción que enmarcan más en el ámbito regional que en el de la ciudad.

Sergio González Begega señala que la importancia de Tenneco para Asturias va más allá de los 211 puestos de trabajo directos que tiene actualmente la fábrica, ya que "en el sector industrial los empleos directos hay que multiplicarlos por cinco para conocer los empleos indirectos" que genera una actividad, con proveedores, subcontratas, transportistas y otras actividades vinculadas con una factoría. Según esta estimación, de la permanencia de Tenneco en Gijón penden más de un millar de empleos indirectos.

Para este sociólogo, la estrategia planteada por los trabajadores habrá sido buena con independencia de que logren impedir el cierre o no. "Sólo el hecho de prolongar el conflicto tres meses ya tiene validez en sí mismo, tal como estamos acostumbrados a que cuando una multinacional toma una decisión de este tipo, los trabajadores se resignan" al cierre ante la sospecha de que no se pueden regular "las idas y venidas de las multinacionales, pero este caso demuestra que algo se puede hacer", insiste.

El hecho de haber logrado implicar al vicepresidente y comisario de industria de la UE, Antonio Tajani, en la resolución del conflicto "es un hito histórico", sobre todo si se tiene en cuenta que la fábrica de Tenneco en Gijón "es una planta pequeña, no una multinacional central" del territorio, como lo es ArcelorMittal. Begega apunta un precedente con una fábrica de Tenneco en Suecia: la multinacional vendió la factoría a un tercero, que la mantiene abierta y vendiendo la producción a la propia Tenneco.

Todos estos aspectos son los que hacen de la lucha contra el cierre de Tenneco en Gijón "un caso simbólico". Y digno de estudio.

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