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Fernández Lago: "Con la crisis la gente no llega a curarse lo que no le molesta mucho"

El presidente del Colegio de Podólogos insta a llevar su disciplina a la Seguridad Social

Asistentes a las Jornadas de podología. En el recuadro, el doctor Jesús Babio. Ángel González

Introducir la podología en la sanidad pública. Con este objetivo arrancaban ayer en Gijón las IV Jornadas internacionales de podología del Principado con un centenar de participantes y organizadas por el colegio de profesional de la región. Su presidente, José Luis Fernández Lago, apuntó que aunque en este momento en otras comunidades se encuentran más avanzados en este sentido, por eso convendría que en Asturias también se les incorporará dentro de la Seguridad Social "porque el beneficio para los pacientes desde el punto de vista coste-eficacia sería muy bueno". Pese al retraso del Principado, continuó Lago, "esperamos que cuando pase la crisis, las autoridades sanitarias sean sensibles y se den cuenta de que eso es muy importante". En un momento en que existe "cada vez más conciencia por el cuidado del pie", el Colegio de Podólogos de Asturias es partidario de continuar avanzando desde una perspectiva de trabajo multidisciplinar, aunando esfuerzos entre los diferentes profesionales del campo de las ciencias de la salud. "El problema es que con la crisis la gente se marca unas prioridades y todo aquello que no le molesta mucho, no llega a curárselo", insiste el presidente del colegio profesional del Principado.

En cuanto a las complicaciones del pie, Fernández Lago señaló que para evitar llegar a la cirugía "existen fármacos, que los manejan perfectamente los reumatólogos; después la ortopedia, para intentar reducir las deformidades; la rehabilitación, que hace que las contracturas de esas inflamaciones se reduzcan por medios físicos o manuales y, en último lugar, la cirugía".

Otro de los especialistas presentes en la sesión de ayer, el reumatólogo Jesús Babio apuntó que una de las primeras manifestaciones de la enfermedad reumática suele ser la mano y a veces simultáneamente el pie "pero en algunas enfermedades como las espondiloartropatías, el primer síntoma que nos alerta es a nivel del pie". Para atajar estas complicaciones existen tratamientos "bien a nivel local, con infiltraciones o, en general, con antiinflamatorios no esteroideos, corticoides o, para determinados casos, tratamientos biológicos". Estos últimos se emplearían cuando han fallado el resto de procedimientos y persiste la inflamación. "Cuando médicamente no podemos tratarlo, derivamos al paciente al cirujano", agregó Babio.

Su recomendación para evitar llegar a casos extremos en la enfermedad del pie pasa por "evitar el sobrepeso, utilizar un calzado adecuado y ante el primer síntoma, bien de dolor o de inflamación, acudir al especialista, en este caso al reumatólogo", concluyó Babio.

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