La historia de La Enmesnada empezó hace una década. El 28 de agosto de 2003 la firma Gestora Asturiana de Residuos Inertes 2001, S. L. (actual Ecología y Tierra, S. L.-Ecoterra) solicitaba al Ayuntamiento de Gijón licencia para la ejecución del depósito de tierras y piedras La Enmesnada, en Carbaínos, un barrio de la parroquia de Cenero. Esa licencia de apertura llegó el 1 de septiembre de 2011, tras lograr los informes favorables de la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA). A lo largo de esos años se habían tramitado, y aprobado, un estudio de implantación y un estudio preliminar de impacto ambiental, con resoluciones favorables de las administraciones en 2005, 2006, 2007 y 2008

En paralelo a todo ese largo, complicado y polémico proceso la empresa Asturiana de Zinc (Azsa) plantea la posibilidad de emplear parte de ese vertedero de inertes para depositar jarofix, un residuo industrial que se genera en sus instalaciones de San Juan de Nieva (Castrillón). El jarofix es el resultado de tratar con cemento y cal la jarosita, principal residuo de la producción de cinc electrolítico, para convertirla en un residuo no peligroso a sus efectos de gestión en un vertedero. Azsa redacta el proyecto constructivo de la adaptación del vertedero y solicita al Ayuntamiento la licencia de obras en noviembre de 2012.

Unos meses antes, la Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente había formulado declaración de impacto ambiental y otorgado autorización ambiental integrada. Se entiende que la modificación de la explotación del vertedero no cambia las circunstancias de la determinación ambiental del depósito de inertes conseguida en 2007.

No es Azsa, sino Ecoterra -una empresa que tiene como socias a once empresas, mayoritariamente asturianas- quien se encarga de solicitar al Ayuntamiento de Gijón la modificación de la licencia original de 2011, justificando la compatibilidad del doble uso del vertedero: para materiales inertes una parte y para jarofix otra. Todo este largo proceso estuvo acompañado de rechazos vecinales y de colectivos ecologistas, y de todo tipo de recursos administrativos y judiciales para frenar la apertura del depósito.

La nueva situación, que acaba de terminar en suspensión del procedimiento, se precipitó hace unos meses. Según la información facilitada por el gobierno municipal de Carmen Moriyón, el Ayuntamiento notificó el pasado 8 de agosto tanto a Ecoterra como a Asturiana de Zinc que las pretensiones de modificación de la licencia de apertura del vertedero para acoger jarofix "debían hacerse de manera clara y precisa y en una solicitud única que contemplara las nuevas condiciones y determinaciones del vertedero".

El Ayuntamiento consideró "inadmisible" que Ecoterra pidiera, por un lado, tramitar la reducción del ámbito del vertedero de piedras y Asturiana de Zinc, por otro, el estudio de implantación del vertedero de jarofix. También se afea desde el área de Urbanismo a las empresas que se pretendieran tramitar estudios de implantación parciales, que de forma aislada se pidiera una autorización para enterrar una tubería en un camino de la zona sin explicar que era para el vertedero del jarofix y sin contar con la autorización municipal del vertedero de jarofix, y que "la pretendida instalación de vertedero de jarofix se justificara sólo por contar con autorización ambiental integrada desde 2010, puesto que no cuenta con autorización urbanística municipal y ésta es, además, también preceptiva".

Al tiempo que las autoridades municipales les recuerdan a las empresas que la obtención de la "preceptiva autorización es discrecional, no reglada, quedando su tramitación condicionada a la justificación, y consideración, en su caso, del interés público o social de la actividad propuesta", interés que para el gobierno de Foro Asturias, tras analizar la documentación presentada por los impulsores de la iniciativa, no ha sido justificado. Foro considera que se trata de una actividad de interés particular. Ese "no" del gobierno local al jarofix lo comunicó formalmente a los vecinos la Alcaldesa al acabar noviembre.

Los descartes

Alto del Praviano

Soto del Barco.

Dimensiones: 500 x 300, 93.000 metros cuadrados.

2.000.000 de metros cúbicos de capacidad.

15 kilómetros de distancia desde Azsa.

Observaciones: es un vertedero de roca natural procedente de tierras de excavación que habría que ordenar, y desmontar material para conseguir esa capacidad.

Monte Palomo

Avilés

Dimensiones: 700 x 550, 195.100 metros cuadrados.

2.000.000 de metros cúbicos de capacidad.

10 kilómetros de distancia desde Azsa.

Observaciones: zona natural que comprende dos valles que proporcionan esa capacidad de almacenamiento de manera natural, sin necesidad de llevar a cabo desmonte.

Cantera de Batiao

Gijón.

Dimensiones: 500 x 300, 110.000 metros cuadrados.

2.000.000 de metros cúbicos de capacidad.

24 kilómetros de distancia desde Azsa.

Observaciones: cantera muy poco desarrollada y con la explotación parada en la actualidad.