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Una polémica medioambiental y urbanística en la zona rural

El jarofix se enreda en Cenero

Azsa se centró en el vertedero de La Enmesnada, tras descartar tres ubicaciones más próximas, para un proyecto que ahora se rechaza por falta de interés social

Terrenos en la parroquia de Cenero para su uso como vertedero de Azsa. Marcos León

No hay vecino de Carbaínos, en Cenero, que no sepa de jarofix. Una singular palabra que entró con fuerza en el diccionario de la parroquia de camino al vertedero de La Enmesnada. El mérito de enriquecer el vocabulario del colectivo vecinal es de Asturiana de Zinc, que eligió el depósito de tierras y piedras de la zona como destino de ese residuo industrial resultante de tratar con cal y cemento la peligrosa jarosita con la que trabaja en sus instalaciones de San Juan de Nieva (Castrillón). Jarofix y Cenero se han convertido, con el tiempo, en sinónimo de movilización ecologista, protesta vecinal y disputa política.

El último capítulo de este culebrón lo acaba de escribir el gobierno municipal de Foro, al decir "no" al jarofix. Ante los vecinos han justificado esta nueva situación de rechazo por la falta de interés social de la actividad. Ante los concejales de la oposición, la suspensión del proceso se avala con la anulación del Plan General de Ordenación y la recuperación del ordenamiento urbanístico de 1999, más restrictivo con los usos del vertedero. Entre unos y otros, la empresa Ecoterra, como propietaria del vertedero, y Azsa, como interesada por llevar a Carbaínos su jarofix.

Hasta ahora Azsa utilizaba la avilesina cantera de El Estrellín -con una capacidad de 4.000.000 de metros cúbicos-, pero la vida útil de esta instalación está llegando a su fin, y su ampliación es inviable por falta de espacio. Su producción anual de jarofix ronda los 375.000 metros cúbicos. El sustituto idóneo de El Estrellín era La Enmesnada, o por lo menos así lo creyó desde un primer momento la empresa, que descartó otras tres ubicaciones potenciales, a partir de un análisis inicial de seis posibles emplazamientos. Los tres descartes coincidían en ser más próximos a Asturiana de Zinc que el vertedero de Cenero, al que para llegar los camiones tendrán que hacer un trazado de 37,9 kilómetros.

Y es que a 10 kilómetros de la empresa está Monte Palomo (Avilés); a15 kilómetros, el Alto del Praviano (Soto del Barco), y a 24, la cantera de Batiao (Gijón). En el Alto del Praviano se miró un vertedero de roca natural; en Monte Palomo, una zona natural entre dos valles, con capacidad de almacenamiento de forma natural sin ningún tipo de desmonte, y en Batiao, una cantera poco desarrollada y con la explotación parada. Todos con una capacidad de 2.000.000 de metros cúbicos, todos descartados por la empresa en favor de La Enmesnada. Precisamente tener una capacidad superior es una de las seis ventajas que la empresa encuentra a la ubicación de Carbaínos, según se puede ver en su documentación. El cálculo es que el vertedero de Carbaínos tendría en el futuro una capacidad de 3.355.073 metros cúbicos: 2.526.144 para jarofix y 828.929 para tierras de excavación. Al día recibiría 1.000 metros cúbicos de jarofix, con lo que su vida útil se prolongaría entre seis y siete años.

¿Qué otras virtudes se vieron en Carbaínos? Tras analizar su capacidad, se establece que la operación supone la mejora de un "área degradada, que será rehabilitada y tratada paisajísticamente de forma que quede plenamente integrada en el entorno con la reforestación con bosque caducifolio autóctono en sustitución del bosque de eucalipto que abunda en la zona". Y después se resalta "el impacto ambiental mínimo", "los impactos visual y paisajístico positivos", "unos acceso excelentes, con circulación mayoritaria por autovía" y "una densidad de población muy baja en el lugar del depósito, con molestias mínimas a los vecinos".

El informe de la empresa también destaca que el aprovechamiento de los accesos existentes reduciría las afecciones al medio, y recuerda que, ante la caída del sector de la construcción, el jarofix permitiría aprovechar el vaso de vertido inicialmente destinado a piedras y tierra de excavaciones y obras. Además, se asegura, de contribuir al mantenimiento y creación de puestos de trabajo. "Todas esas razones técnicas y sociales fundamentan el interés público y justifican la necesidad de utilizar parcialmente el actual vertedero de La Enmesnada como acopio de jarofix", aseguran. No será por ahora.

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