El cardiólogo y director del Hospital de Cabueñes, Eduardo Segovia, tiene claro que el riesgo de mortalidad es más alto en personas que no practican deporte, pero en aquellas que sí lo hacen es necesario mantener ciertas precauciones. Tras el fallecimiento de un corredor en la prueba de la "San Silvestre" gijonesa, Segovia advierte de que no todos los organismos se adaptan de la misma forma al ejercicio físico y, aunque lo conveniente es practicar deporte "de forma regular, entre tres y cuatro sesiones por semana de una duración de 30 a 45 minutos", el entrenamiento debe realizarse "con un cierto control". Así, juzga necesario "no pasar de una determinada frecuencia cardiaca". El máximo se sitúa en 220 pulsaciones por minuto, a las que hay que restar la edad de la persona. Para que el ejercicio sea cardiosaludable la frecuencia cardiaca no debe sobrepasar el 80% del máximo señalado para cada edad. "No es cuestión de coger miedo al deporte", precisa Segovia. El de la "San Silvestre" "ha sido un hecho desgraciado", pero, como apunta el médico, conviene realizar un seguimiento cuando se inicia un cierto nivel de actividad física.