Todos coinciden en destacar a Luis Argüelles como "un amante de todo los asturiano", pero, además, son muchos los que resaltan el carácter discreto de su trabajo. "Era callado, de pasar desapercibido. Hacía sus labores sin buscar protagonismo. Muy íntegra y seria, y sobre todo apolítica", manifiesta el pintor Roberto Díaz de Orosia, que recuerda que "fue un amante de Asturias y de todo los asturiano en una época en la que nadie valoraba las cosas de su tierra; y ya en la democracia fue una persona alejada del cargo y marginada injustamente porque no tenía ninguna motivación política". Y agrega: "Simplemente, cuando todo nuestro patrimonio se estaba tirando abajo, junto a Avelino Moro, se esforzó por mantenerlo, dentro de sus posibilidades".

El historiador jovellanista Agustín Guzmán Sancho también guarda "un recuerdo extraordinario" de una "persona encantadora que desarrolló su trabajo partiendo de cero, fue una labor muy importante".