La lucha de los 216 trabajadores despedidos por Tenneco para evitar el cierre de la factoría gijonesa llegó ayer al Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), que celebró una vista oral para decidir si bloquea o no el desmantelamiento de la maquinaria de la fábrica de amortiguadores, tal como piden los sindicatos. Las centrales sostienen que esa medida cautelar es la única fórmula que permitiría garantizar la reincorporación de los despedidos a sus puestos si el propio TSJA, en un juicio pendiente de celebrarse, declara que el ERE presentado por la multinacional para deshacerse de sus trabajadores es nulo. La empresa reivindicando el derecho a disponer libremente de sus bienes y se opuso a la medida cautelar que calificó de "desproporcionada, confiscatoria y secuestro de los bienes de la empresa".

El asunto no es baladí. La vista judicial de ayer no tenía por objeto valorar si Tenneco actuó de mala fe en la negociación del ERE -tal como sostienen sindicatos, Inspección de Trabajo y Dirección General de Trabajo- y por tanto nulo, o si está justificado, como defiende la compañía. Eso se resolverá en un juicio posterior. Sin embargo, aunque los trabajadores ganaran ese juicio y la sentencia les fuera favorable, la misma podría acabar siendo inútil si por el camino la fábrica ya ha sido desmantelada. Eso es lo que ha pasado con recientes fallos judiciales que sobre el papel obligaban al empresario minero Victorino Alonso a readmitir a trabajadores por irregularidades en los despidos colectivos de algunas de sus empresas: la realidad es que esos mineros siguen en el paro porque se cerraron las minas.

El caso de la minería fue puesto ayer sobre la mesa por los abogados de los sindicatos, para pedir a las magistradas que eviten que en Tenneco acabe pasando lo mismo. "No puede ser que las empresas hagan lo que quieran y usen la ley como quieran", señaló en la sala la abogada de CC OO Nuria Fernández Martínez, quien intervino en la vista junto a las de UGT Marina Pineda, USO, Pedro Gallinal y CSI, Beatriz González.

Que se cumplan las sentencias es un derecho constitucional, pero las intenciones de la empresa al respecto no están claras. Tras la celebración de la vista oral, el director de las fábricas de Tenneco en Ermua y Gijón, Agustín Arrieta, hizo una escueta valoración a los periodistas señalando que "como empresa entendemos que tenemos caso y eso es lo que defenderemos en todas las instancias donde necesitemos estar"; pero a renglón seguido declinó contestar a la pregunta sobre qué va a hacer Tenneco si el despido colectivo se declara nulo, limitándose a señalar que la política de la empresa a lo largo del conflicto ha sido la de no hacer declaraciones públicas. Las restantes consideraciones de la compañía que se conocieron ayer son las que hizo por boca de su abogada Begoña Frutos en la vista oral.

Los representantes de los sindicatos recordaron que "la legislación española dice que si el despido es nulo los trabajadores tienen que ser readmitidos" y recordaron que el ERE de Tenneco no obedece a causas económicas, sino que "tiene beneficios" que harían posible la reanudación de la actividad, pero "si se declara la nulidad pero no queda ni una máquina en la fábrica la empresa conseguiría su objetivo pese a que el despido fuera nulo".

La representante legal de la empresa negó que la compañía tenga la intención de trasladar la maquinaria, pero su oposición a que los tribunales les impidan disponer de esa maquinaria hasta que haya una sentencia sobre los despidos "es la prueba de que quieren trasladarla", según la letrada de CC OO, que contrapuso el posible retraso del proyecto empresarial en Rusia si no pueden disponer temporalmente de su maquinaria con "el retraso del proyecto vital" de los trabajadores despedidos. "No es una expropiación, es una simple paralización cautelar" hasta que haya una sentencia sobre los despidos. Los abogados recordaron a las magistradas que el ansia de los trabajadores es volver a sus puestos y que rechazaron aceptar la elevada indemnización con la que les tentó al compañía (hasta un máximo de 45 mensualidades).

En la vista sobre la maquinaria también se esbozaron algunos de los argumentos de la demanda que ayer mismo presentaron los despedidos ante el TSJA, elaborada por la letrada de CC OO y por la abogada de CSI Marta Rodil. Entre otras cosas, en la demanda se señala que Tenneco ya estaba preparando los despidos cuando aún estaba vigente último de los tres ERE temporales en la fábrica, que los sindicatos firmaron a condición de que no hubiera despidos.

Por su parte, la abogada de Tenneco hizo hincapié en intentar rebatir el argumento de los trabajadores de que no hay exceso de producción de amortiguadores en Europa, en base a lo que la multinacional intenta justificar los despidos. Los sindicatos apuntan que la producción de Gijón ya se está haciendo en las fábricas de Ermua (País Vasco) y Gliwice (Polonia), que han visto aumentada su plantilla por este motivo. Tenneco apostilla que el cierre no implica que se dejen de producir los amortiguadores que antes se hacían en Gijón, sino que se debe a que las fábricas del grupo en Europa están a medio gas y por lo tanto se reduce capacidad.

La letrada de la empresa negó que Tenneco tenga la intención de trasladar la maquinaria a una fábrica de Rusia que ahora sólo produce tubos de escape y que va a comenzar a producir amortiguadores.

Otro de sus argumentos es que la Tenneco Ibérica es "una empresa en funcionamiento" que no desaparece, sino que mantiene su actividad en otros centros de trabajo en España donde cuenta con 960 trabajadores, dando a entender que en caso de que los jueces declaren nulo el despido habría donde recolocar a los trabajadores gijoneses, extremo que no se llegó a plantear durante la negociación del ERE.