Hace un año que se abrió la investigación pero la joya todavía no se ha podido recuperar. La Guardia Civil de Gijón aún busca a día de hoy pistas que puedan llevar a los agentes de la Comandancia de Contrueces a recuperar la diadema que seis delincuentes -cinco detenidos a finales de 2013-, consiguieron sustraer en la vivienda del conde Güemes, una pieza valorada en más de un millón de euros que según los últimos datos recabados por los agentes podría haber sido troceada por una mujer que logró huir tras el robo y que actualmente reside en el extranjero. El objetivo de esta fugitiva sería, según esta teoría, el de vender los diamantes de la diadema "uno a uno" para así no levantar sospechas.

La investigación de los agentes no es fácil. No lo fue desde un primer momento. Los ladrones lo tenían todo perfectamente planificado. La "cabecilla" de esta trama fue, precisamente, la primera en poner tierra de por medio en cuanto consiguió las joyas, entre ellas la diadema. La fugitiva vivía desde hacía tiempo en la finca de Deva en la que tuvo lugar el robo acompañada a la asistenta del conde (su prima) y su marido y a pesar de que sólo aparecía durante las largas ausencias del dueño de la casa, conocía "a la perfección" el valor de las joyas que se escondían en la caja fuerte de Álvaro Armada, por lo que a principios de mayo de 2013 se puso en contacto con tres sudamericanos residentes en Madrid. Les ofreció acceso al botín a cambio de una parte de los beneficios. Los delincuentes se desplazaron a Gijón unas horas antes del golpe. La "cabecilla" pidió a su familiar -la asistenta del conde-, que abandonara la mansión y "mirara para otro lado" poco antes de abrirles la puerta desde dentro a los acusados, que rompieron una ventana del palacete a pesar de todo para despistar a la Guardia Civil, desconectando posteriormente las alarmas de seguridad de todo el recinto.

El asalto duró apenas unos minutos. Los acusados utilizaron un soplete para acceder a la caja fuerte y se llevaron -además de la famosa diadema valorada en más de un millón de euros-, monedas de coleccionista, un reloj de 5.000 euros y 35.000 euros en efectivo. La investigación consiguió el arresto de cinco de los responsables del robo. La "cabecilla" se fugó a Bolivia antes incluso de que el robo fuera comunicado a las autoridades. La mujer, de 28 años y cuya identidad responde a las iniciales W. S. V., permaneció un tiempo fugada en casa de su madre. La acusada, que cuenta con antecedentes policiales, tenía la intención de huir hacia Chile una vez que su pareja sentimental llegara a su país de origen.

Antecedentes

En Bolivia la fugitiva ya había pasado por los juzgados por delitos contra la propiedad. En julio de 2004, cuando sólo tenía 20 años, fue detenida minutos después de robar en una vivienda de la localidad de Calacoto. Estaba embarazada y a pesar de todo redujo a la asistenta que le abrió la puerta en la casa y llegó incluso a encerrar a su víctima en el baño.

La Guardia Civil aún no da a día de hoy por concluida la investigación en torno al asalto de la casa del conde de Güemes aunque las esperanzas de poder encontrar la joya millonaria que la familia utilizaba sólo en contadas ocasiones parecen desvanecerse cada vez más sobre todo si se confirman las sospechas de la ruptura de la diadema.

Cronología

Mayo de 2013

Una prima de la asistenta que trabajaba en el palacete del conde Güemes les abre la puerta a varios atracadores sudamericanos a los que había conocido en Madrid y a los que llamó para que robaran las joyas escondidas en la caja fuerte de Álvaro Armada.

Diciembre de 2013

La investigación de los agentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Contrueces permite el arresto de cinco responsables del robo. La "cabecilla" de la trama consigue huir a Bolivia. La mujer cogió un avión sólo una semana después de los hechos delictivos.