La protesta contra el cierre de la biblioteca del edificio polivalente de la Universidad de Oviedo en el Campus de Gijón, llegó ayer al patio central del Edificio Histórico de la capital asturiana, que alberga el Rectorado. Un centenar aproximado de estudiantes se concentraron frente al edificio y posteriormente entraron en el patio, desplegando pancartas y coreando consignas contra los recortes que padece la institución académica, que no tardó en expresar su "absoluto rechazo" a estos comportamientos en boca del propio rector, Vicente Gotor. "Ha sido una situación muy desagradable. Estoy dispuesto a soportar todo lo que sea por el cargo, pero hay determinadas líneas rojas que no se pueden pasar", señaló Gotor en una comparecencia posterior.

Los estudiantes hicieron coincidir sus petardos, sus gritos y sus consignas con la reunión del Consejo de Gobierno en la que estaba el propio rector, que fue abordado por uno de los manifestantes a la salida del encuentro. El alumno, estudiante de Psicología -según desveló Gotor- le cogió del brazo para pedirle explicaciones. "Fue muy desagradable y no es la primera vez", afirmó Gotor, que aseguró "no entender" por qué hay tanta crispación y negó que cerrasen la biblioteca. "La palabra cierre no existe, se traslada a otro lugar y esa sala sigue activa como aula de lectura". Víctor González, portavoz de los manifestantes, pertenecientes a la Asamblea de Estudiantes de Viesques, relató que en ningún momento se produjeron altercados. "Subimos al piso de arriba y esperamos a que los miembros del equipo rectoral saliesen de la reunión, pero en ningún momento hubo ningún incidente, simplemente les dejamos salir", explicó. Varios estudiantes se dirigieron a Gotor para pedirle explicaciones por el cierre de la biblioteca. "Vino a decir que no hay vuelta de hoja y que la decisión es firme", indicó González, alumno de Ingeniería Mecánica. El rector confirmó después que la decisión, efectivamente, es firme y que en esa biblioteca que quedará ahora vacía se cogía una media de un manual al año por alumno. "Es más incómodo tener que trasladarse, eso no lo negamos", admitió la vicerrectora Paz Suárez Rendueles, que agregó que "no es un problema de financiación sino de personal" y remitió al decreto del Gobierno central que prohibe la reposición del personal en estas especialidades. El rector insistió en que la decisión está tomada e instó a centrarse en asuntos "más graves" y de mayor interés como el régimen de permanencias. "Estamos intentando que cuando un alumno no se presente a un examen no le corra convocatoria", añadió.

La Sociedad Cultural Gijonesa organizó ayer en la Biblioteca Jovellanos un debate con los portavoces estudiantiles sobre este asunto.