Los seguidores de la misa tradicional católica, que asisten todos los domingos a dicha liturgia en la capilla de los Remedios de Cimavilla, no podrán celebrar hoy la misa del Miércoles de Ceniza según este rito romano antiguo. Pese a que el pasado domingo fue anunciada su celebración en el día de hoy, el párroco de San Pedro (templo del que depende la capilla de los Remedios), Javier Gómez Cuesta, les comunicó que el "Arzobispado sólo permitía la celebración de la misa tradicional los domingos y festivos de obligación", según una nota de los tradicionalistas remitida a este periódico.

Por su parte, Gómez Cuesta subrayó a LA NUEVA ESPAÑA que, en efecto, "el permiso de celebrar esa misa es sólo para los domingos", y que se ve en la necesidad de obligar a su cumplimiento, "porque poco a poco este grupo ha ido multiplicando las celebraciones más allá de lo permitido".

La celebración de la misa tradicional, o misa tridentina, fue autorizada en 2007 de modo general por el Papa Benedicto XVI en el motu proprio "Summorum Pontificum". "Cabe la sospecha de que éste sea un capítulo más de la guerra declarada por ciertos elementos del clero local contra la liturgia tradicional de la Iglesia y contra los fieles adheridos a ella", se quejan los tradicionalistas en la referida nota, en la que añaden: "Todas las aberraciones y ocurrencias litúrgicas tienen vía libre en Gijón, pero la misa y los ritos de siempre de la Iglesia parecen proscritos por ciertos elementos, contra la ley, contra la Iglesia y contra la fe".

Los conflictos por la celebración de la misa tradicional no son infrecuentes en la Iglesia. Por ejemplo, el obispo de Fort Worth (Texas), Michael F. Olson, acaba de prohibir que dicha misa se celebre en una Universidad, el Fisher-More College, ya que en su diócesis sólo está permitido que se haga en el templo de Santa María de la Asunción.