La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) estima que en los próximos años se crearán en todo el mundo alrededor de dos millones de puestos de trabajo vinculados directamente a la nanotecnología. Sólo en Europa serán 400.000 empleos, y aunque, paradójicamente, cada vez ocupa más espacio dentro de la I+D+i, se trata de una disciplina prácticamente desconocida en los niveles educativos intermedios. Por este motivo, desde Prodintec se plantearon hace tiempo, junto a sus socios europeos en la plataforma "Nanofutures", activar iniciativas para acercar esta tecnología como una alternativa al estudio en las etapas de Secundaria y Bachillerato.

Con un enfoque multisectorial, el centro tecnológico ha iniciado un proyecto junto a otros siete socios de seis países para buscar un hueco a la nanotecnología entre las asignaturas más clásicas. Se denomina "NanoEIS" (acrónimo de la denominación anglosajona Nanotechnology Education for Industry and Society), que responde al objetivo del consorcio: impulsar la nanotecnología como un área de conocimiento novedosa e interdisciplinar atendiendo también a las necesidades de la industria y de los empleadores sociales. Quien así habla es Paula Queipo, responsable del grupo de trabajo de Prodintec. "Pero también es necesario formar a los formadores y que la gente de la industria se involucre", añade. En este punto cabe destacar la puesta en marcha en toda Europa de varios programas para la enseñanza de nanociencias, y aunque "queda mucho camino por recorrer", en el caso de España, una de las iniciativas identificada como buenas prácticas se está llevando a cabo en la Comunidad Valenciana con la colaboración de la Universidad de Valencia, en la asignatura obligatoria de primero de Bachillerato Ciencias para el Mundo Contemporáneo.

En Asturias también se están dando los primeros pasos en este sentido, y se destaca la participación del colegio Corazón de María de Gijón en el proyecto "nanOpinion", que pretende acercar el conocimiento de las nanotecnologías a los colegios y proporciona material de apoyo para su uso en las aulas. "A los profesores les atrae y se ve que es una materia que podría despertar mucho interés entre los alumnos", apunta Queipo. En Prodintec entienden que todo lo relacionado con lo "nano" forma parte de nuestro día a día, y los centros tienen que enseñar a los futuros consumidores a sacar el máximo provecho, de una manera segura y sostenible, de los productos que incorporan nanotecnología. En Israel, uno de los socios del proyecto, ha tenido oportunidad de mostrar al resto de participantes cómo algunos docentes, desde etapas muy tempranas, acercan a los niños materias como la nanotecnología y la biotecnología, con actividades didácticas, incluso antes de los 10 años.

En Irlanda también están muy orientados a acercar a los jóvenes estas disciplinas, y la industria y la Universidad se han unido para ofrecer a los estudiantes un "training" en nanotecnología en el que, por ejemplo, se les indica que realicen la caracterización de un material. "Tiene aplicaciones tan atractivas que abre un campo de actividad bastante grande", explican desde Prodintec sobre la que será "la próxima revolución industrial".

El proyecto, financiado a través de la convocatoria de ayudas del séptimo programa marco, tiene como objetivo último la elaboración de un currículum educativo para Secundaria basado en la nanotecnología, para que después los centros puedan disponer de material de apoyo para formar a sus estudiantes hacia los empleos del futuro. La denominada crisis de vocaciones científicas en la etapa de Secundaria, recuerda Queipo, hace que se esté perdiendo parte de la riqueza de un país. "Lo que pretendemos es acercar esta tecnología como una forma atractiva de estudio", añade. El trabajo en esta primera etapa del consorcio está orientado a detectar buenas prácticas en la formación en nanotecnología para acomodarlo después a las necesidades de la industria.