El Ayuntamiento de Gijón se ha ahorrado un 22 por ciento de honorarios técnicos al sacar a concurso público la rehabilitación del antiguo poblado de Inuesa (Tremañes), el segundo conjunto residencial de la periferia gijonesa que la Concejalía de Urbanismo declara zona degrada. En el primero, situado en la calle Francisco Eiriz de Jove, fueron los propios vecinos quienes gestionaron la reforma, lo que dio lugar a una polémica que acabó en los tribunales.

En el caso de los barrios degradados, el Ayuntamiento asume íntegramente los costes de su rehabilitación, dentro de una nueva línea de subvenciones creada por el gobierno de Foro Asturias. Los vecinos de Francisco Eiriz estrenaron este programa de ayudas sin que se realizase ninguna convocatoria previa y con un proyecto de remodelación ya cerrado. El asunto molestó a otros barrios necesitados de reforma y a las empresas rehabilitadoras que no tuvieron la oportunidad de contraofertar.

Los partidos de la oposición se hicieron eco de este malestar exigiendo reiteradamente en el Pleno y en las comisiones de Urbanismo un mayor control municipal sobre este tipo de subvenciones, que en Jove ascienden a 3,7 millones de euros y en Tremañes superarán los 5. La presión de PSOE, PP e IU acabó forzando la convocatoria de un concurso público al que Foro se oponía inicialmente.

La decisión sobre la rehabilitación del polígono de Inuesa, situado en lo que hoy se conoce como barrio de Lloreda, se adoptó el pasado martes. El proyecto arquitectónico que firman los hermanos Barceló de Torres, del estudio madrileño BAB, fue seleccionado entre un total de 38 propuestas. El jurado que tuvo la última palabra estaba integrado por portavoces de las distintas fuerzas políticas, técnicos municipales y vecinos de Tremañes.

El proyecto adjudicatario lleva consigo unos honorarios técnicos de 154.424 euros. En la reforma de Francisco Eiriz, ya muy avanzada, ascendieron a 196.500. Esta diferencia de 42.076 euros no es lo único que destaca la oposición de una convocatoria pública que se celebró a fuerza de polémicas. "Es más garantista, sobre todo para los vecinos, que participaron en la toma de decisiones, pero con el asesoramiento de los arquitectos del Ayuntamiento", afirma el PSOE.