Los vecinos de Cenero ya tienen formalizado por escrito lo que la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, les lleva prometiendo desde el mes de noviembre: la denegación de la licencia que Asturiana de Zinc (Azsa) solicitó al Ayuntamiento para depositar su jarofix en el vertedero de La Enmesnada. El colectivo vecinal, muy beligerante con esta iniciativa, recibía ayer notificación de la resolución adoptada por el equipo de gobierno de Foro Asturias.

Contra dicha resolución, ya sólo cabe recurso contencioso, algo que los servicios jurídicos de Asturiana de Zinc llevan estudiando desde que el Ayuntamiento cambió de opinión sobre un posible vertido de jarofix (mezcla de jarosita y cemento) en la parroquia de Cenero. El equipo de gobierno se ampara en la anulación judicial del Plan General de Ordenación (PGO) y el proceso de revisión al que actualmente está siendo sometido.

"Ahora queda por cerrar el expediente de Ecoterra", inciden los vecinos, que todavía no dan por cerrado el conflicto del jarofix. La empresa Ecoterra, formada por diez pymes especializadas en el movimiento de tierras, es la propietaria de las instalaciones de La Enmesnada, que se creó como vertedero controlado de los materiales inertes generados por la construcción. Ante la caida del sector, la opción del jarofix se presentaba como una salida para poder mantener la actividad.

Pero la alcaldesa anunció, en una visita a Cenero, que el Ayuntamiento no aprobaría los vertidos de jarofix en Gijón, y así ha sido. Por un lado, se le niega a Asturiana de Zinc la licencia de obras para acondicionar en La Enmesnada un depósito donde poder echar sus residuos industriales. Y por otro, se le ponen inconvenientes al estudio de implantación presentado por Ecoterra. La Concejalía de Urbanismo llega a este punto después de años de tramitaciones y permisos ambientales ya concedidos.