Un año después de su polémica expulsión del sacerdocio, Jesús María Menéndez, más conocido como "el padre Chus", inicia la próxima semana su batalla legal contra quienes le impidieron seguir dando clases de Religión en el Instituto Jovellanos. El juzgado de lo social número 1 de Gijón acogerá a las diez y media de la mañana el juicio por la demanda interpuesta por el excura contra el Arzobispado y el gobierno del Principado de Asturias, a los que considera autores de un despido improcedente.

"Lo de que me echaran de cura lo tengo que denunciar en el derecho canónico pero que me quitaran de la profesión que llevaba 35 años ejerciendo lo tiene que decidir el juzgado social", explicaba ayer el padre Chus en conversación con este periódico. Su demanda obligará el lunes a pasar por el juzgado a los dos máximos responsables de la Iglesia en Asturias. El Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, y el obispo auxiliar Juan Antonio Menéndez han sido llamados a declarar como testigos ante el tribunal ya que, aunque los profesores de Religión cobren del Gobierno regional, es la iglesia la institución quién escoge a los profesionales adecuados para estos puestos.

La polémica destitución del exsacerdote Jesús María Menéndez tuvo lugar en junio del año pasado. El Arzobispado alegó comportamientos que la Iglesia considera inapropiados en un cura para expulsar de su institución al padre Chus, un extremo que negó el afectado en varias ocasiones argumentando que no tenía nada que ocultar y acusando a la máxima institución eclesial asturiana de querer "desprestigiarlo" y "ensuciar mi nombre". Los feligreses reaccionaron de inmediato apoyando a su sacerdote, que se encargaba de parroquias como la de Castiello de la Marina, en donde el padre Chus dio su última misa a finales de junio. La fiesta de San Juan sirvió para su despedida. Sus parroquianos destacaban que Jesús María Menéndez llenaba la iglesia en unas misas en las que "no se cortaba ni un pelo para decir las cosas" y que atraía a creyentes de incluso fuera de Villaviciosa o que en su vida habían pisado ninguna iglesia. Además de en Castiello de la Marina Menéndez oficiaba en las parroquias de Tazones, Oles, Careñes, Villaverde, San Justo y Argüero, en donde su marcha no sentó tampoco demasiado bien llegando incluso a producirse manifestaciones a las puertas de las iglesias.

El padre Chus afrontará el lunes en Gijón el primer juicio por lo sucedido. El ya exreligioso considera "injusto" que se le haya apartado de una plaza de profesor que había mantenido durante más de tres décadas en institutos como el Vallín, el Jimena o el Jovellanos. Menéndez mantiene que su destitución como cura la afrontará en un futuro, "cuando crea conveniente". Pero en esa ocasión serán los tribunales eclesiásticos los que tengan que decidir acerca de lo sucedido. "Para eso no tengo prisa ninguna, ya llegará", concluye Menéndez.