Los sindicatos han puesto en tela de juicio las condiciones de seguridad en Armón Gijón tras el fallecimiento, el pasado viernes, de un trabajador en el astillero gijonés. Se trata de la segunda muerte de un operario desde que reabrió el astillero, dado que el pasado 16 de julio falleció un buzo cuando estaba limpiando la compuerta de uno de los diques del astillero, para facilitar la botadura del primer atunero que construyó Armón Gijón.

El viernes murió Agustín Garrido Menéndez mientras soldaba una tubería en el interior de un tanque de un atunero, que tiene un solo hueco de acceso, lo que dificulta su ventilación. La compañía para la que trabajaba sostiene que el operario, de 30 años, murió de un infarto, mientras que los sindicatos temen que se asfixiara por falta de oxígeno en el cubículo.

La secretaría de salud laboral de CC OO de Asturias, la Federación de Industria de este sindicato, UGT de Asturias y la CSI han mostrado públicamente su pesar por la muerte del trabajador y han requerido que se mejoren las medidas de seguridad. José Antonio Iglesias, secretario de salud laboral de CC OO, lamenta "otro accidente que quizá se podría haber evitado" y hace un llamamiento a reforzar la Inspección de Trabajo, dado que, con la crisis, está aumentando la siniestralidad laboral.

El responsable de política industrial de CC OO, Manuel Pérez Uría, señala que "exigiremos responsabilidades en el caso de que la investigación sobre el siniestro determine la falta de medidas de seguridad", y recordó que CC OO ya había denunciado con anterioridad las condiciones de seguridad en las que se trabaja en Armón Gijón, algo en lo que también han incidido las demás centrales sindicales.

UGT recalcó que es preciso un mayor compromiso por parte de las administraciones en las labores de vigilancia para el cumplimiento de la ley de Prevención de Riesgos Laborales.

Cándido González Carnero, de CSI, habló de "permisividad por parte de las autoridades" y de "cheque en blanco al empresario para hacer lo que quiera" en el caso de Armón Gijón. González Carnero recordó las denuncias interpuestas por CSI ante Inspección de Trabajo y apuntó que "hechos como éste son de esperar en una empresa que trabaja sin seguridad, en la que se está jugando al límite del riesgo y en el filo de la navaja. Si se sigue así, habrá más accidentes. Corresponde al Principado de Asturias tomar cartas en el asunto para evitar que sigan ocurriendo.