Eleuterio Sánchez Rodríguez (Salamanca, 1942) fue, antes de convertirse en abogado, escritor y héroe cinematográfico, un quinqui al que policía y medios de comunicación convirtieron en el enemigo público número uno, el delincuente más buscado, el gran figitivo de la ley. Su leyenda comenzó a urdirse por unos y otros a finales de los años sesenta y principios de los setenta, cuando "El Lute", como se le llamaba, pasó del anonimato de la prosa judicial a los titulares rutilantes de periódicos y telediarios. A esa imagen, creada en parte para acallar los conflictos laborales de la dictadura, contribuyeron sin duda las dos rocambolescas fugas de quien llegó a cumplir dos años de prisión por el robo de tres gallinas.

La primera de aquellas escapadas, cuando saltó esposado en Palencia del tren que le llevaba de Santander a Madrid, fue en 1966. Dos años antes había sido juzgado en consejo de guerra por un atraco a una joyería. Fue un golpe cruento: un muerto. En sus interesantes y muy leídas memorias, Eleuterio Sánchez siempre dijo que careció de algo parecido a una defensa legal. Le fue conmutada la pena de muerte por cadena perpetua

Aquella primera fuga, en la que burló a la Guardia Civil, le llevó a León. Y allí, en Puente Castro, robó una Vespa, matrícula LE-17884, con la que viajó hasta su Salamanca natal. En la capital charra volvió a ser detenido. Esa motocicleta, un icono de la libertad en el libro "Camina o revienta" y en la película homónima, es hoy propiedad del bombero asturiano Eduardo Iglesias. Éste, un apasionado de la restauración de motos, ha cedido el popular vehículo que "El Lute" cabalgó, mientras toda la policía le pisaba los talones, para la exposición "60 años de Vespa en Asturias", que se inaugura hoy en el Centro Antiguo Instituto, en Gijón.

En una muestra que reúne vehículos muy cuidados, todos con alguna historia interesante, destaca esta motocicleta ("la de `El Lute´" dice el presidente del Vespa Club de Asturias, organizador de la exposición) picada por la herrumbre pero adornada por el texto y la foto a toda página de un ejemplar de "La Vanguardia Española" que habla de "El Lute". Es del 16 de junio de 1966. Cuarenta años más tarde, a Iglesias le llegó buena información de que esa Vespa estaba a la venta. Tuvo pocas dudas: ¿Quién no desea un pedazo de leyenda?