Un ingeniero, varias teleoperadoras, una empresaria, estudiantes, padres de familia, parados... y una afición en común: la cocina. Más de medio centenar de "cocinillas" se dieron cita ayer en el paseo de Begoña para emular a sus ídolos entre fogones y convertirse en el chef del año en el concurso del festival Arcu Atlánticu, "Arcochef".

La novedosa cita festiva arrancó bajo un sol de justicia y con los nervios a flor de piel. Porque los cocineros "amateur" que se presentaron a la primera ronda de selección tuvieron apenas 15 minutos para emplatar sus creaciones, previamente elaboradas en sus casas. Ni precalentado ni un último hervor: todo debía estar listo en vivo y en directo, y el resultado no pudo ser más espectacular. "Estamos muy sorprendidos, el nivel es altísimo y hay platos verdaderamente de restaurante a pesar de los condicionantes", apuntaba el cocinero Marcos Morán, de Casa Gerardo, después de probar los platos de varios aspirantes.

Junto a él ejercieron como jurado Ricardo Álvarez, presidente de la Asociación de Hostelería de Gijón; José Álvarez Pola, presentador de la TPA y presidente del grupo de deporte rural Seis Conceyos; María José Fernández, directora de la Escuela de Hostelería de Gijón y David Argüelles, presidente de la Unión de Comerciantes. Y todos ellos lo tuvieron muy difícil para elegir entre "delicatessen" como churros de chorizo, crema de langostinos, rissoto de compango con queso de Pría y gominolas de ensalada, volovanes de pollo y hasta "chipirón violado" por un langostino.

La emoción y los nervios duraron algo más de una hora, el tiempo de la prueba y en el que los que más en serio se lo tomaron contaron con el apoyo de sus clubes de fans respectivos. "Eres nuestro chef, el número uno", rezaba una pancarta colgada de una valla y dirigida a uno de los concursantes.

Otros coreaban el nombre de su favorita, como en el caso de Noelia Hernández, propietaria de una empresa de maquinaria de cocina, que fue inscrita al concurso por una amiga y que apuntaba maneras "después de las cenas de Nochevieja que nos prepara", reconocía su amiga Verónica González. Pasó a la final con sus patatas a la importancia y con otros nueve finalistas: Juan Carlos Villar con un arroz con pulpo, Vanessa Sáez con calamares a la bolognesa, Pelayo Blanco con una tarrina de foie, Montse Martínez con pollo escabechado; María Moro con una tortilla de vanguardia, José Ramón Yuste, con un milhojas de pluma ibérica, Pablo José Cortina, con lomo de conejo relleno de morcilla, Pedro Seco, el más joven con un plato de salmón a la parrilla y toda una revelación, José Laudelino Campelo, el ex portavoz del PSOE de Langreo que fue juzgado y absuelto por un presunto caso de corrupción con comisiones ilegales durante la construcción del centro comercial langreano. Ayer, tras pasar a la siguiente ronda con un milhojas de bacalao, anunciaba que celebraría el éxito "con la muyer".

El próximo día 5 de julio los aspirantes se verán de nuevo las caras en El Llano con una prueba de cocina en directo. Y con el paladar y el ojo como jueces.