Cuando Enrique López era niño sus familiares le insistían en que "estudiase mucho porque luego iría a Gijón y tendría que aprender mucho más para poder ayudarlos a todos".

"Escuché tantas veces la palabra Gijón en mi niñez que me enamoré de la ciudad aún sin conocerla". De esta manera mostraba ayer el veterano empresario su agradecimiento por la concesión de la medalla de plata de la villa. Un reconocimiento que le hizo llegar el Pleno Municipal para que su ejemplo como emprendedor "sirva para que se potencien este tipo de actitudes", tal y como enfatizaba Manuel Pecharromán, portavoz del PP en el Ayuntamiento gijonés.

El empresario, fundador de Confecciones Gijón y de su conocida marca de camisas Ike, aprovechó el acto solemne para pedir la lucha conjunta de las administraciones públicas, independientemente de colores políticos, para salir de la situación de crisis económica.

"Que haya voluntad para proyectos como el plan de vías o la Ería del Piles y para que las mercancías y los viajeros puedan viajar por Pajares con la rapidez que exigen los nuevos tiempos", solicitaba el empresario lanzando, además, una idea a los munícipes: "Muchas ciudades tienen entradas que marcan su carácter; hagan un estudio para recuperar la Puerta de la Villa que falta en nuestra ciudad", proponía Enrique López que llevó la idea a un ejemplo. Así, se acordó de sus tiempos como presidente de la Junta del Puerto de Gijón, "cuando se recuperó para la ciudad la calle Rodríguez San Pedro", como fachada del puerto deportivo local.

"Hace ya un siglo soñaba con Gijón sin conocerlo y hoy espero que de entre los niños que están en la ciudad surjan nombres merecedores en un futuro de distinciones como ésta", mantenía el empresario nacido en Los Oscos y afincado en la ciudad desde hace décadas.

El homenajeado, que aseguró haber recibido el premio "incrédulo", mostró su esperanza de que el reconocimiento sirviera "para poder dejarles la inspiración a mis nietos".