La sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón, ha suspendido hoy el juicio que tenía previsto celebrar contra dos vecinas de la ciudad acusadas de estafar más de un millón y medio de euros a un centenar de clientes de una oficina bancaria. El ingreso hospitalario de una de las procesadas (una mujer de 71 años que padecíahace dí­as un derrame cerebral) ha obligado a posponer hasta septiembre el proceso contra estas dos imputadas, que enfrentan una condena total de 13 años de privación de libertad.

Las ahora imputadas seguí­an siempre el mismo "modus operandi", según el representante del Ministerio Público. Aprovechando el contrato que las vinculaba con una sucursal de ING situada en la calle Ezcurdia las gijonesas "ofertaban productos que decían muy favorables a rentabilidad fija y elevada, carentes de riesgo y de comisiones", a sabiendas de que el capital obtenido lo destinarí­an realmente "al producto financiero en el que ellas tení­an la mayor comisión, no siendo el que los clientes querí­an contratar".

El fiscal mantiene en el escrito de conclusiones presentado antes de la celebración de la vista oral del procedimiento penal que los perjudicados pensaban que habían invertido su dinero en un plazo fijo cuando en realidad el capital desembolsado habí­a ido a parar a un seguro de vida. En el informe acerca de este caso figuran, segn los investigadores, "más de 300 firmas inveraces realizadas por las procesadas en nombre de sus clientes".

El banco que tení­a una relación comercial con estas mujeres ahora procesadas ya ha resarcido a los afectados, devolviéndoles el dinero. A pesar de todo el fiscal pide que por ví­a de responsabilidad civil las dos gijonesas indemnicen a la entidad de forma conjunta y solidaria con 1.648.076 euros, el total del montante estafado.