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XVII Festival de Música Antigua

Aarón Zapico, sobre "Crudo amor": "Es una perla musical desconocida"

"Forma Antiqva" trae hoy a Gijón el estreno español, con Boix y Mena, de su repertorio con obra de Agostino Steffani

Aarón Zapico, sobre "Crudo amor": "Es una perla musical desconocida" ÁNGEL GONZÁLEZ

Los hermanos Zapico (Pablo, Daniel y Aarón) han hecho de su conjunto "Forma Antiqva" una de las referencias de la música barroca y clásica en España. Cuentan con ellos en algunos de los más prestigiosos festivales y ciclos: del Teatro Real de Madrid a las Summer Fiestivities of Early Music de Praga; y de Bolivia a Australia, China o Japón. De ahí la atención al concierto anunciado para hoy en el Centro Antiguo Instituto (20,00 horas). Acopañados por la violonchelista Ruth Verona ("la cuarta hermana Zapico"), así como por la soprano María Eugenia Boix y el contratenor Carlos Mena, ofrecerán el estreno español de "Crudo amor", donde han hilado repertorio de Agostino Steffani.

"Hay perlas desonocidas de la música, y una de ellas es ésta", explicó ayer Aarón Zapico, director de "Crudo amor", donde toca, además, el clave. El músico, que antecedió a Manuel Paz en la dirección del Festival de Música Antigua de Gijón, describió el esperado estreno de hoy, fruto de un encargo a "Forma Antiqva" de los responsables del Ludwigsburger Schlossfestpiele, en Alemania, como un "programa centrado en cantatas de cámara para soprano y contratenor, con bajo continuo". La soprano y el alto que compartirán escenario con "Forma Antiqva" son la oscense María Eugenia Boix y el vitoriano Carlos Mena.

Boix, con una discografía que incluye obras de Tomás Luis de Victoria, fue semifinalista en 2012 del prestigioso concurso ("Operalia") que organiza Pácido Domingo en Pekín. Mena, que se formó en la Schola Cantorum Basiliensis, en Suiza, y ha actuado en varias de las salas más prestigiosas del mundo, compagina sus actuaciones con su labor docente. Aarón Zapico se mostró tan seguro de las bondades de este concierto que, a su juicio, los espectadores sabrán percibirla como una "música cercana". "Lo único que tienen es que darle una oportunidad, porque posee una estructura que es propia del pop o del rock", subrayó.

El tiempo le ha dado la espalda a Agostino Steffani (1654-1728), italiano de Castelfranco Veneto, que, además de compositor, fue cantante, diplomático y obispo. Aarón Zapico recordó que este músico, contemporáneo de Bach o de Händel, gozó de fama, prestigio y del aplauso de varias cortes alemanas. "Es poco conocido del gran público, pero cualquiera que asista al concierto podrá comprobar la belleza de su música", hizo resaltar el director de "Crudo amor".

Aarón Zapico es partidario (predica con el ejemplo) de buscar repertorios alternativos, extrañamente sepultados por quienes configuran el canon musical, para mostrar que hay también composiciones sublimes y merecedoras de una incorporación a los programas más exigentes.

Es una labor en la que también brilla "Forma Antiqva", conjunto que fue distinguido con el "Asturiano del mes" de LA NUEVA ESPAÑA, así como su trabajo con el legado de los clásicos de mayor conocimiento popular. No olvidemos que su grabación de "Las cuatro estaciones" de Vivaldi, hecha en el 2011, ha sido consierada como de referencia.

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