Con orgullo y con una alta dosis de responsabilidad. De esta manera ha asumido la nueva eurodiputada Tania González su tarea en el Parlamento europeo. La asturiana, que acudió a la última cita electoral como "número 6" de la lista de Podemos, lleva ya una semana trabajando en Bruselas en el puesto que dejó vacante el exfiscal Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo. González utilizó ayer el Hotel León -cuyos trabajadores luchan por la reapertura del establecimiento-, para hacer balance de sus primeros días, en los que ha luchado por la derogación de la ley que permite los desahucios en España.

"Desde las elecciones hay mucha más gente ilusionada con nosotros. El Parlamento europeo es una gran máquina burocrática diseñada para que los que entren en sus muros se olviden de lo que pasa fuera, pero también ofrece muchas posibilidades para hacer política", contaba González, prometiendo derribar esos "muros de hormigón" que alejan a los políticos de Bruselas "de los problemas de todos".

Lo primero que ha hecho la nueva europarlamentaria de Podemos ha sido luchar para que España equipare su legislación acerca de los desahucios con la de la Unión Europea. "Hemos invitado a todos los grupos políticos a un grupo de trabajo al que sólo han faltado el PP y UPyD. Las ejecuciones hipotecarias que se están llevando a cabo en España son ilegales e incompatibles con la regulación de la Unión Europea", contó González ante simpatizantes y extrabajadores del Hotel León.

Podemos llegó hace un mes al Parlamento europeo. En este tiempo su única diputada asturiana mantiene que "hemos demostrado que sí se pueden hacer cosas". González es consciente de que aún tiene retos por delante para representar a los asturianos. Entre otros, contaba ayer, "luchar para evitar las deslocalizaciones de empresas que crean más desempleo".