La colaboración entre los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil de Gijón ha permitido desarticular un grupo criminal dedicado al robo de viviendas, que a mediados del mes de junio estableció su base de operaciones en una pensión de Gijón a la que los ahora acusados accedieron utilizando una documentación falsa. Nada más llegar los tres jóvenes ahora detenidos asaltaron una vivienda en la parroquia gijonesa de Cabueñes. Apenas unos días después se recorrieron con un coche alquilado otras localidades de Asturias en las que también consiguieron diversos botines. Los investigadores acusan a los detenidos de dar ocho golpes: cuatro en Asturias -Gijón, Siero, Villaviciosa y Tapia de Casariego-, uno en Camponaraya (León), otro en Baraya (Lugo) y dos en Coruña (Oleiros y Coirós).

El primer robo fue, también, la primera noticia que las autoridades tuvieron de la presencia en Gijón de esta banda. Se produjo el día 13 de junio. Los arrestados forzaron entonces las ventanas de un inmueble situado en la localidad maliaya de Argüero. Se apoderaron de más de 1.000 euros en efectivo y de un ordenador portátil. Apenas tres días después actuaron en un chalé de Cabueñes. Los agentes aseguran que los reos seguían siempre el mismo "modus operandi". Actuaban a media mañana aprovechando la ausencia de los propietarios de los inmuebles. Primero llamaban al timbre para comprobar que no había nadie en casa y después accedían al interior de las viviendas rompiendo una ventana o una puerta.

Los robos de Argüero y Cabueñes dejaron una valiosa pista a los agentes. En ambos casos se detectó la presencia del mismo coche en las inmediaciones de los chalés asaltados. Era uno de los vehículos alquilados con los que se desplazaba la banda. Los reos habían llegado a la pensión de Gijón que les sirvió como base con este vehículo que luego lo habían utilizado para poder cometer todos los asaltos de los que se les acusa en Asturias.

Cuatro agentes de la Guardia Civil de la Comandancia de Contrueces y otros tantos del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de El Natahoyo se desplazaron la pasada semana hasta Lugo para detener a los acusados. Los funcionarios lograron su objetivo el pasado miércoles, recuperando parte de los objetos sustraídos durante los robos.

Desde la Comandancia destacan "la rapidez con la que estos delincuentes se deshacían de las joyas y los efectos de valor que sustraían, vendiéndolos en negocios especializados como propios, para lo cual utilizaban documentos de identificación presuntamente falsificados que también fueron intervenidos".

Los detenidos, con edades comprendidas entre los 27 y los 33 años, cuentan con numerosos antecedentes. Los jóvenes no supieron, de hecho, dar una explicación lógica a su alto nivel de vida. Ante los investigadores tan sólo argumentaron que estaban "de vacaciones". Los agentes aseguran que los tres eran viejos conocidos de la delincuencia catalana. Todos ellos vivían en pisos situados en diferentes partes de Barcelona. Cuando se desplazaban a alguno de sus objetivos en la zona contaban con la ayuda de una cuarta persona, residente en Galicia.

El juez de Monforte de Lemos decretó el jueves día 24 el ingreso en prisión de los tres miembros de esta banda. La investigación aún no se da por cerrada ya que los agentes tanto de la Guardia Civil como del Cuerpo Nacional de Policía tratan ahora de "conocer la existencia de más hechos en los que se pueden ver envueltos los acusados y que no han sido denunciados". Los investigadores tratan, además, de localizar al gallego que ayudaba a esta banda.