Quince empleados municipales de diferentes perfiles y áreas de trabajo darán vida en el Ayuntamiento a un proyecto piloto de teletrabajo. El proyecto se pone en marcha estos días desde el servicio de Planificación y Modernización con la contratación de la asistencia técnica para su "diseño, desarrollo, implantación, seguimiento y soporte". El programa, que arrancaría en septiembre la primera de sus tres fases, tiene una duración prevista de un año. Del grado de cumplimiento de los objetivos marcados a esos trabajadores dependerá que vaya a más un sistema de trabajo no presencial en una entidad con unos 1.300 empleados, entre el Ayuntamiento y sus organismos autónomos.

Gijón se suma así a un camino ya abierto en otros municipios españoles y en comunidades autónomas como País Vasco, Castilla y León y La Rioja. Un camino que tiene sus orígenes en los articulados de la ley de Administración Electrónica y el Estatuto Básico del Empleado Público, y que en el caso de Gijón ya se incluye como objetivo en el acuerdo regulador de las condiciones de trabajo de sus empleados. La idea es modernizar la Administración al tiempo que se favorece la conciliación laboral y familiar. En principio, esta opción de teletrabajo sólo está vedada a quienes tienen una labor directa de atención al ciudadano o se integran en equipos de emergencia.