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Una conexión para la que "hay masa crítica", señalaba hace semanas Rosa Aza

La clausura de la conexión marítima entre los puertos de El Musel y Poole se produce ocho meses después de su puesta en servicio, y cuando, según sostenía la Autoridad Portuaria hace menos de un mes, "hay masa crítica" para esta línea. La presidenta del puerto gijonés, Rosa Aza, se mostraba entonces confiada en alcanzar una prórroga en la Autopista del Mar entre Gijón y Nantes, y también para la continuidad de la línea hacia el sur de Inglaterra.

No tanto en el caso de la conexión con el puerto irlandés de Rosslare, una conexión vía Nantes para la que, según los datos ofrecidos por el puerto, no hay carga suficiente. Pero para Poole se mantenían las esperanzas, sobre todo después de que la naviera iniciara el servicio sin una comercialización previa y se alcanzaran buenas cifras de ocupación.

Aza indicaba también que si la compañía no tiene capacidad para justificar de forma adecuada el abandono del servicio antes de que se cumplan los siete años establecidos, "incurrirá en penalizaciones importantes". Del mismo modo, la presidenta de la Autoridad Portuaria subrayaba que Puertos del Estado actuará "defendiendo el interés general y propiciando la continuidad de la línea". Quiso dejar claro además que desde El Musel se ha hecho todo lo posible por el sostenimiento de las conexiones, con bonificaciones a las tasas portuarias a la naviera y reduciendo tarifas de otros servicios portuarios para abaratar los costes de escala a LD Lines. "No acepto que se diga que la Autoridad Portuaria no puso la máxima diligencia en la continuidad de la línea", advirtió en su día Aza. Aún no se ha manifestado ante los últimos movimientos de la compañía.

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