La gerencia del Hospital de Jove ha despedido a un auxiliar de enfermería que llevaba dos décadas trabajando en el centro médico por "falta de seriedad" y por ofrecer una imagen "burlesca" del centro gijonés, una entidad sanitaria privada sin ánimo de lucro gestionada por un Patronato. Los hechos generadores de la expulsión tuvieron lugar en junio. Fue entonces cuando el trabajador se grabó un vídeo dentro del baño de una habitación del área de psiquiatría. El empleado iba vestido con un albornoz y un pijama de los que se da a los pacientes, de los bolsos le colgaba ropa interior femenina y compañeros que no han sido identificados por la gerencia pero que participan en la grabación le tiraban un cubo de agua helada por la cabeza. Y todo en un ambiente muy distendido.

El gijonés aseguró ayer que sólo quería "seguir la cadena de vídeos de las personas que apoyan a los enfermos de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)", el mundialmente famoso "Ice Bucket Challenge", popular desde hace sólo unas semanas aunque anteriormente había tenido un antecedente conocido como "Legado de Tibu". Sus jefes, frente a su argumentación, interpretan lo sucedido con dureza y tachan su actitud de "burlesca" y "frívola", impropia de un hospital. La abogada del implicado, Beatriz González, mantiene por contra que su cliente "estaba fuera de su horario laboral cumpliendo un reto solidario al que se apuntaron cientos de personas".

La grabación se distribuyó a través de redes sociales como el Whatsapp o el Facebook. El empleado despedido asegura que sólo colgó las imágenes durante unas horas, tiempo suficiente para que le expulsaran de su puesto de trabajo. En la secuencia el empleado gijonés nomina a otros tres amigos para que hagan lo mismo que él y les dice que si no cumplen el reto del cubo helado en 48 horas "van a tener que pagar una mariscada".

Poco antes de que acabe el vídeo el auxiliar de enfermería se despoja del albornoz mientras las personas que se mantienen fuera de plano le arrojan agua utilizando "jarras del equipamiento hospitalario y lanzándole también una escobilla de limpieza de inodoro", según le reprocha en su despido la gerencia del Hospital.

Entre los argumentos que utiliza el centro médico gijonés para dar solvencia a la expulsión indican que la grabación se realizó "durante la jornada de trabajo" y que esto, unido a la mala imagen que se da "de nuestra Fundación y precisamente de su Unidad de Psiquiatría", constituye "un incumplimiento laboral muy grave de la buena fe contractual". El vídeo no demuestra, aseguran desde el centro, el "modelo de conducta exigible" aunque, reconocen que no hay "carácter doloso".

"La deslealtad consiste en la eliminación voluntaria de los valores éticos que deben inspirar al trabajador", concluyen desde el hospital de Jove.