La Policía Nacional busca desde hace varias semanas a dos jóvenes acusados de robar en más de media docena de viviendas de Gijón. Los agentes han recibido hasta la fecha seis denuncias acerca de la actuación de estos delincuentes, que se hacen pasar por revisores de la luz. Pero aún puede haber más robos. Los investigadores han recuperado ya, de hecho, varias joyas que habían sido vendidas en los últimos días en casas de compra y venta de oro y cuya sustracción aún no había sido denunciada.

Los trabajos policiales avanzan a buen ritmo. Gracias a las descripciones físicas de los delincuentes facilitadas por las víctimas que han declarado en los últimos días en la Comisaría, los funcionarios encargados de estas investigaciones creen que podrían estar ante una nueva actuación de un hombre con 55 antecedentes policiales que ya estuvo detenido por hechos similares a principios del verano y que ahora estaría "trabajando" con un cómplice joven que aún no tendría ficha policial, lo que dificultaría su identificación y posterior arresto.

Los dos estafadores que se han situado en el punto de mira de la Comisaría llevan a cabo sus robos siguiendo siempre el mismo "modus operandi". Primero llaman a la puerta de las viviendas que convierten en su objetivo y esperan a que su víctima les abra. Mostrándose amables, educados y corteses, estos delincuentes convencen posteriormente a su interlocutor de que vienen de parte de la compañía de la luz y de que tienen que hacer una inspección "urgente" en el inmueble. Una vez dentro de la vivienda los delincuentes ponen cualquier excusa para quedarse solos en las habitaciones, pidiendo, por ejemplo, un vaso de agua. La habilidad de estos estafadores les ha permitido incluso salir de una vivienda con un ordenador portátil bajo el brazo sin que el denunciante se percatara de lo que había sucedido.

El objetivo de estos "amigos de lo ajeno" es obtener dinero en metálico en poco tiempo, por lo que apenas unas horas después de los robos se deshacen de las pertenencias que han conseguido utilizando para ello casas de compra y venta de objetos o el mercado ilícito.

A pesar de la gran cantidad de antecedentes penales que tiene el hombre al que busca la Policía y que podría estar detrás de estos hechos los tribunales no han decretado nunca su ingreso en prisión. Fuentes cercanas al caso aseguran que este hecho podría ser debido a que el delincuente nunca utiliza violencia en sus hurtos.

En esta investigación está siendo fundamental, además, la colaboración con la Guardia Civil ya que se sospecha que estos estafadores podrían haber actuado en otros concejos del entorno como Villaviciosa.

La Policía insiste en la necesidad de que las personas mayores tomen precauciones y de que sigan los consejos básicos de seguridad teniendo en cuenta que este tipo de compañías nunca cobran los servicios en mano y que nunca se presentan sin avisar. Los agentes piden que si se tiene cualquier duda se tengan siempre a mano los números de atención al cliente de las compañías suministradoras de servicios para comprobar la veracidad de una supuesta revisión.

Los dos estafadores que se hacen pasar por revisores no son los únicos que en las últimas semanas han provocado la apertura de una investigación por delitos cometidos contra personas mayores. En lo que va de año se han cometido en la ciudad nueve "timos clásicos": cinco estampitas y cuatro tocomochos. Los números ya superan a los de 2013.

La Policía Nacional de Gijón cree que tras estos dos tipos de timos se sitúan tres personas que llevarían varios meses actuando en Gijón, focalizando sus esfuerzos en conseguir dinero los últimos días del mes, justo cuando las personas mayores que se han convertido en sus objetivos acaban de cobrar su pensión. En este caso los esfuerzos se basan en encontrar a tres estafadores: dos hombres -uno de ellos de complexión fuerte-, y una mujer joven. Sea cual sea el timo elegido uno de los procesados trabaja como gancho mientras que los otros ejercen de cómplices.