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Gijón prevé construir 15.300 viviendas hasta 2028 y facilitar "pequeñas operaciones" en la zona rural

El documento de prioridades del nuevo PGO establece revisar a la baja las grandes áreas urbanizables, rechaza ampliar el suelo industrial y apuesta por el Parque Científico

El Parque Científico y Tecnológico, con la torre de la Laboral al fondo. PABLO SOLARES

Una ciudad compacta, que construya dentro de sus límites un máximo de 15.300 viviendas hasta 2028, cuyo motor económico sea una industria avanzada y de nuevas tecnologías con punta de lanza en el Parque Tecnológico, que no necesita más suelo industrial a la espera de dar vida a la Zona Logística, que busca flexibilizar pequeñas operaciones en la zona rural para fijar población y que debe liderar el área metropolitana del centro de Asturias. Ese es el Gijón de futuro que se perfila en las cerca de 200 páginas del documento de prioridades elaborado por el equipo redactor de la revisión del Plan General de Ordenación (PGO) y al que ayer dio su visto bueno la Junta de Gobierno. Un documento que, acompañado de la evaluación ambiental estratégica, será la base de un amplio debate político y ciudadano antes de fijar el texto de aprobación inicial del PGO.

El documento de prioridades parte de la elección de la alternativa 3 de estudio (revisión desde el PGOU 1992/2002) tras rechazar la 1 (adaptación del PGOU 1992/2002) y la 2 (retramitación del PGOU 2011). Éstas son algunas de sus claves.

Una ciudad compacta sin Jove, Cabueñes, Granda o Castiello. El texto lo pone negro sobre blanco: "El objetivo es claro: evitar crecer hacia fuera y re-compactar la ciudad usando los espacios edificables que están dentro de los límites de la propia ciudad". Ese diseño de ciudad huiría de la altura en favor de edificios de entre tres y seis niveles y daría prioridad a espacios verdes y equipamientos sociales. Eso implica generar una ciudad compacta, densa, con un centro fuerte y un crecimiento sostenible. Hay mucho interés de los redactores del documento en apostar por la rehabilitación de edificios y por condensar las operaciones en el interior del casco urbano. Su propuesta incluye revisar la calificación residencial de suelos como los de Jove y Cabueñes y de, todo o parte, de los suelos urbanizables de Granda y Castiello de Bernueces. La vivienda unifamiliar urbana seguirá centrada en la zona este y para los edificios plurifamiliares se recuerda la existencia de espacios en la zona del plan de vías, El Natahoyo, Nuevo Gijón, Roces-Montevil, Contrueces y El Cerillero.

Quince mil viviendas hasta 2028. La propuesta elegida cuantifica en unos 15.300 viviendas la demanda de la ciudad hasta el año 2028. La elección de esta cifra parte del análisis de tres escenarios sobre un parque inmobiliario inicial de 150.000 viviendas, de las que sólo el 17% son viviendas no principales (secundarias o vacías), y teniendo en cuenta una reducción de la población en 28.000 habitantes durante ese mismo periodo temporal. El primer escenario, que analiza el crecimiento lineal de la población y el tamaño de hogar promedio, habla de 15.009 viviendas a construir con un promedio de 1.072 al año. En un segundo escenario se cuantifica la demanda en 10.222 viviendas al ritmo de 730 al año, como proyección del estudio de población por estructura y tasa de jefatura de hogar ajustada a 2013. Y en el tercer escenario estudiado, sobre tasa de jefatura de hogar proyectada, la necesidad de vivienda se eleva a 16.202, con un promedio de 1.186 viviendas al año. El redondeo lleva a plantearse un crecimiento de mil viviendas al año: la mitad que durante el boom inmobiliario y el triple que las etapas más recientes. Los redactores hablan de un "exceso de oferta de viviendas en Gijón" al sumar el stock sin vender a las vacías.

No más suelo industrial. Sólo con las previsiones de cuatro millones de metros cuadrados de la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (Zalia) Gijón computa la oferta de suelo industrial más grande de la región. A ella suman los redactores el millón de metros cuadrados de los proyectos de La Peñona y La Lloreda. Por eso su propuesta es no habilitar más espacio industrial y revisar a la baja proyectos como la Zalia o suprimir, por inadecuados, los urbanizables de Somonte Alto. De ese "no" al suelo industrial solo se libraría el Parque Tecnológico, que se fija como motor económico y eje de los suelos productivos. El documento también hace mención a la singularidad de los proyectos en las antiguas áreas industriales de La Camocha y los astilleros de la zona oeste.

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