"¿A quien no le gustaría pasear del Muro a La Calzada mirando al mar?". La pregunta la lanzaba ayer un vecino de El Natahoyo al vuelo de un debate en el Antiguo Instituto sobre el futuro que se marca en el Documento de Prioridades del Plan General de Ordenación (PGO) para la costa oeste gijonesa. La respuesta no fue tan sencilla como podía parecer. Sobre la libreta de apuntes de los redactores del Plan quedó fijada la compleja necesidad de conjugar los deseos de unos vecinos por ganar toda la costa para el ciudadano, con espacios de viviendas y dotaciones, con la voluntad de otros por preservar en la zona suelo productivo para un futuro y no poner en riesgo el presente de empresas como el astillero Armón Gijón o el "tallerón" de Duro Felguera. Los vecinos estuvieron representados en la mesa de ponentes por los presidentes de las asociaciones vecinales "Atalía" de El Natahoyo y "Pando" de Poniente", Álvaro Tuero y Flor González.

Marcos Ortega fue el encargado, en nombre del equipo redactor, de presentar el diseño que "a rotulador grueso" se hace en el Documento de Prioridades sobre la franja costera que va de Poniente al Arbeyal. Un diseño que fija, en una primera línea de costa, liberar el terreno de las actuales industrias (para las que se sugiere El Musel como área de reubicación) y generar un espacio de uso terciario no tecnológico. "Es un modelo que ahora mismo Gijón no oferta. Si alguien quiere abrir unas oficinas con 80 trabajadores y no es tecnológica no puede ir al Parque Tecnológico", explicó el experto. Esa línea de costa se completaría con espacios libres y equipamientos.

Una segunda línea de costa, paralela a la actual avenida de Galicia, sería el espacio de regeneración residencial con una previsión de 800 viviendas a lo largo de un trazado de un kilómetro y medio. Los redactores del Documento de Prioridades dejan abierta la opción de "meter un par de edificios barco" en el entorno de Naval Gijón. Sin olvidar, en este recuento de viviendas, que más lejos del mar pero también en el área de influencia de El Natahoyo se mantiene la previsión de construir la mayor parte de los 1.400 pisos vinculados al plan de vías.

"Entendemos que la evolución natural para ese litoral es ser residencial", indicó la presidenta de la asociación "Pando", Flor González, para quien es esencial que cualquier proyecto de futuro "mire al mar". En ese sentido, González no ve con malos ojos el traslado de las actuales industrias a un "Musel que está infrautilizado". González reivindicó para la costa de El Natahoyo espacios públicos y dotacionales y sensibilidad para mantener elementos de la memoria del barrio; al tiempo que mostró sus dudas sobre ese "uso terciario" que reivindican los urbanísticas. "Ese espacio tiene que ser para el ciudadano", sentenció.

Al otro lado de la balanza se colocó la opinión de Álvaro Tuero. "No juguemos con la industria. Un astillero no se lleva de un sitio a otro debajo del brazo y Duro Felguera hace tiempo que podía haberse mudado y no se mueve", explicó el presidente de la asociación "Atalía", que exigió "mirar muy mucho que no nos vayan a hacer un colmenar" y reivindicó el proyecto de parque tecnológico en el espacio concreto del cerrado astillero de Naval Gijón que se fija en el anulado Plan General de 2011. "El Natahoyo no puede perder su carácter industrial", concretó. Tuero también reivindicó más espacios verdes y dotaciones y lanzó la sugerencia de pensar en incorporar en la zona un espacio ferial.

Los distintos puntos de vista ejemplificados en la mesa por González y Tuero se dejaron sentir también en las intervenciones del público. Hubo quien consideró inviable económicamente trasladar las actuales industrias y quien reivindicó poner todo el empeño en unir las tres playas urbanas de Gijón con un gran paseo. "Es un remix de todo", indicó uno de los miembros del equipo redactor al defender su propuesta, que aseguró abierta a las opiniones de todos. A más corto plazo que la elaboración de un PGO, hubo vecinos que solicitaron más dotaciones para un barrio con expansión poblacional. Y algún otro que reivindicó abrir ese camino hacia el mar tirando las paredes de Naval Gijón.

Entre los asistentes, la edil socialista Begoña Fernández. "No es positivo para la ciudad que se cambien suelo productivo por suelo residencial", indicó al defender recuperar la idea para los 54.000 metros cuadrados de Naval Gijón de hacer un enclave tecnológico abierto al mar y al tránsito de todas las personas donde los espacios para empresas limpias se pudieran compaginar con locales comerciales, hosteleros y hoteleros. "Y al estar la zona fijada en un plan especial se puede hacer ya aunque el PGO esté anulado, como se ha decidido hacer en el ámbito del Piles. Lo que ahora se nos plantea es desarrollar ese espacio, como mínimo, dentro de cinco años. Eso es una pérdida de tiempo y de oportunidad".