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El batería de un grupo que actuó en Gijón denuncia una agresión de dos policías

El músico de "La La Love You" afirma que fue golpeado y detenido "por una confusión", mientras fuentes policiales le acusan de lesionar a dos agentes

El grupo "La La Love You" | Facebook

Tras dar un concierto en Gijón, terminó en el calabozo y con varios cardenales. Rafael Torres, batería del grupo indie "La La Love You", que actuó el pasado sábado en un local del centro urbano gijonés (el "Club Stereo"), denuncia públicamente una presunta agresión policial recibida la madrugada tras el concierto, cuando regresaba a su hospedaje. Según la versión de Torres, dos policías de paisano le golpearon y esposaron sin identificarse acusándole de un atentado contra la autoridad "por una confusión". Fue detenido e ingresó en el calabozo de la comisaría de Gijón. "Lo pasé fatal. Fueron horas interminables", cuenta Torres, que ejercerá acciones legales contra el Cuerpo Nacional de Policía. Fuentes policiales, sin embargo, aseguran que el detenido se resistió a ser identificado y propinó una patada en el rostro al agente herido, que "permanece de baja".

El parte médico del batería de "La La Love You" señala la existencia de policontusiones. Torres presentaba golpes y magulladuras en el rostro, muñecas y rodillas. Según su versión, tras el concierto regresó "sobre las tres de la madrugada" al hostal al querer volver a Madrid, de donde procede el grupo, por la mañana temprano, dado que tenía que jugar "un partido de fútbol". Se puso la capucha "porque hacía fresquete", motivo por el que cree que fue confundido por dos agentes de paisano.

Volvió solo, mientras sus compañeros de grupo seguían disfrutando de la noche gijonesa. Torres cuenta que bajó de Cimadevilla y, ya en la zona de Fomento, encontró una tienda de bocadillos. Antes de comprar uno, quiso orinar dado que "no aguantaba más". Para ello, se desvío hacia la calle Pedro Duro. Fue en ese momento cuando, según la versión del músico, "se me acercan dos hombres como lobos, a muerte; uno de ellos tenía sangre en la boca. Yo no sabía lo que pasaba y me asusté mucho. Me empezaron a pegar y me decían 'para qué huyes, mira lo que me has hecho'". Torres, ingeniero de profesión, asegura que "en ningún momento se identificaron; si no, les hubiese entregado el DNI y hubiese agachado la cabeza; todo el que me conoce sabe que soy miedoso". Después, según narra, se enteraría de que eran agentes policiales de paisano. Tras llegar una patrulla al lugar de los hechos, fue trasladado a comisaría; donde, siempre según su relato, fue golpeado de nuevo delante de agentes uniformados. "Uno le dijo al que iba de paisano que parase, que si quería matarme", cuenta. Asegura que podría identificar a los presuntos agresores. En especial, a uno de ellos. "Ese tío con ojeras tenía cara de mala gente. Si le pido su identificación policial, me mata a golpes seguro", afirma Torres, de 32 años.

Cuando sus compañeros de grupo regresaron al hostal se percataron de que no estaba allí. Tras buscarle, acudieron a comisaría para denunciar su desaparición. Se enteraron entonces de su detención. Una detención que acabará en una denuncia contra la actuación policial, que presentará el propio Rafael Torres. "No puede ser que me peguen, me tire treinta horas en un calabozo y esté imputado por atentado contra la autoridad", afirma.

El joven madrileño asegura que ingresó en el calabozo a las cinco de la madrugada y que no fue liberado hasta el lunes al mediodía, tras declarar ante el juez. "Ni siquiera llamaron para notificar mi detención al número que les di", lamenta Torres, que sí reconoce que "cuando me agredieron me revolví como nunca porque no sabía que eran policías, pero no solté ni patadas ni puñetazos". Y agrega: "Un policía hace mal su trabajo y, para salvar su culo, son capaces de permitir que un inocente sea imputado".

Versión policial

Fuentes policiales cuentan, sin embargo, una versión bien diferente: "Son agentes del servicio de fin de semana que trabajan en prevención de delitos. Esa noche, hay una pelea y van en apoyo. Observan al joven con capucha, que empieza a manipular un móvil, y sospechan que puede ser una persona que roba en los bares. Le piden identificación y echa a correr. Se parapeta en la zona de Pedro Duro, se enfrenta a ellos y le pega una patada en la boca a uno. Recibió puntos, está lesionado y de baja. El joven es detenido por atentado contra la autoridad. El otro agente también resulta lesionado".

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