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Uno de los hombres de Villa

El ingreso en el SOMA catapultó la carrera política de Víctor Zapico, que acabó dirigiendo la mina gijonesa tras el fiasco del "Petromocho"

Víctor Zapico se dispone a tomar asiento durante una de las sesiones del juicio. JUAN PLAZA

Víctor Manuel Zapico Zapico es, tanto por el papel que la sentecia sobre el caso Camocha le atribuye en la trama delictiva como por su pasado político, la persona más relevante de entre los cinco condenados por el supuesto fraude minero. Natural de Langreo y residente en el centro de Oviedo fue uno de los hombres del que fuera líder del SOMA, José Ángel Fernández Villa, en la política asturiana, de la que salió catapultado por el escándalo del "Petromocho", tras lo que acabó aterrizando en Mina La Camocha.

Persona con muchas tablas y cuya escuela ha sido la vida, entró en el sector minero desde el escalafón más bajo, como ayudante de vagonero en el pozo San Mamés de Hunosa, a finales de los años 70. Logró ascender a ayudante de topógrafo, pero su verdadera ascensión se produciría en el terreno político tras entrar a militar en el PCE de la mano de personas próximas a Gerardo Iglesias. Pesa e estar en el PCE, hubo quien le consideraba entonces como "un topo" de Villa en ese partido. Fue el propio Fernández Villa quien lo captó para el SOMA y el PSOE.

Antes de dar el salto, fue Consejero de Obras Públicas, Transportes y Comunicaciones entre 1982 y 1983, en el gobierno de la preautonomía. En la primera legilatura autonómica fue elegido diputado regional del PCE, que dejó para pasarse al grupo mixto en abril de 1985 y terminó acabando la legislatura en las filas del grupo parlamentario del PSOE, en el que ingresó en octubre de 1986.

El cambio de partido fue uno de los puntos de inflexión en su vida, tras el que pasó a ocupar un puesto clave para el sector minero como fue la dirección regional de minas, que se encarga de supervisar las minas asturianas. Ocupó el cargo entre 1987 y 1991, en el segundo mandato de Pedro de Silva. Con la llegada de Juan Luís Rodríguez Vigil a la presidencia del Pricnipado, Villa decidió que Zapico pasara a ser Consejero de Industria, dejando la dirección regional de minas en manos del actual presidente del Principado, Javier Fernández que antes había estado a sus órdenes como funcionario regional. Los funcionarios de la consejería de Industria sabían que ya había llegado el consejero por el olor a humo de los habanos que le gusta fumar. La buena mesa y los coches de lujo forman parte también de los gustos de Víctor Zapico, cuyos conocidos recuerdan que en altuna ocasión les comentó la buena suerte que ha tenido con la lotería.

La salida del gobierno regional fue sonada. En 1993 él y Rodríguez Vigil tuvieron que dimitir tras haber anunciado que un grupo saudía iba a invertir 300.000 millones de pesetas en construir un complejo petroquímico en Asturias. Todo resultó ser un engaño de un embaucador francés que se hacía pasar por intermediario. Zapico tragó y cuando se destapó el pastel no quedó otro camino que la dimisión.

Al poco de salir del gobierno, el dueño de Mina La Camocha, Fernando García Brugos, ya trató de ficharlo como presidente de la sociedad. Villa frenó aquel nombramiento. Con las aguas calmadas por el paso del tiempo, Zapico acabó entrando en nómina de Mina La Camocha en el verano de 1997 y a principios de 1998 desbancaba a Guillermo Quirós como director general de servicios de la mina.

Ese último año empezó a orquestarse la trama del carbón, que a la postre acabó con la entrada de la Guardia Civil en las instalaciones mineras, el recorte de ayudas públicas por el Estado, la quiebra de la empresa y la condena de las cinco personas que llegaron a juicio después de 15 años de investigación policial y judicial.

Por el medio, el director de servicios de la mina logró superar una grave enfermedad, gracias a la ayuda económica del empresario minero. Ahora Zapico corre el riesgo de que también le pasen factura por aquello, dado que el dinero salió de las arcas de Mina La Camocha, lo que le pueden reclamar los administradores concursales de la mina.

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