El servicio de Rehabilitación de de Cabueñes participó hace sólo unos días en la jornada nacional que 18 hospitales de toda España sincronizaron para conciencia a la población con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) de que hagan ejercicio físico diario. Lucrecia Mendoza, médica rehabilitadora, fue una de las ponentes encargada de transmitir el mensaje en la sesión que reunió en Cabueñes a enfermos, familiares y otros trabajadores de salud.
-¿Qué impacto tiene el EPOC en la población?
-El EPOC es una enfermedad que es relativamente desconocida y poco valorada socialmente, pese a que tiene una relevancia importante. Alrededor de uno de cada diez pacientes adultos entre 40 y 80 años la presenta. Eso en España supone unas dos millones de personas afectadas, con lo que implica de motivo de discapacidad y de gasto sanitario.
-¿De qué manera se presenta esta enfermedad?
-Es una inflamación crónica y no reversible de las vías aéreas y va provocando, según el grado de afectación, distintos síntomas como la disnea, que es la fatiga, tos, poca capacidad para hacer esfuerzos...
-Para alguien con una fatiga máxima pedirle que haga esfuerzo físico parece un imposible.
-Pues no lo es. Debemos transmitir la importancia de la actividad física para mejorar el pronóstico y la calidad de vida de estos enfermos. Actividad física entendida no solo como deporte, sino como actividades básicas como caminar, subir un tramo de escaleras... Sólo eso ya tiene un efecto sobre el organismo. Está demostrado que el entrenamiento del ejercicio es una de las partes, fundamental, de la rehabilitación respiratoria que necesita un enfermo de EPOC.
-¿Y no puede ser peligroso?
-Lo fundamental es que, previamente, un especialista haga una valoración del estado basal del paciente. Nosotros le hacemos una prueba de esfuerzo, vemos sus condiciones de base y con todo eso determinamos qué tipo de tratamiento, con qué intervalor, qué intensidad... Todo debe ser adaptado a cada uno.
-O sea, que ningún paciente debe ponerse una límites muy exigentes.
-El EPOC en sus primeras fases permite al paciente hacer muchas cosas y nosotros podemos darle pautas. Pero incluso en las fases mas complejas, cuando los pacientes están con oxígeno domiciliario, hay cosas que se pueden hacer. Para estos enfermos igual la actividad recomendable es subir tres escalones.
-¿Algún deporte es especialmente recomendable?
-Lo que aconsejamos es cualquier tipo de actividad física y eso no tiene que suponer un deporte. Caminar, hacer algo de bici, subir escaleras, se puede adaptar para que el paciente logre unos resultados aceptables. La actividad física en sí misma es un estímulo.
-¿La realidad es que un paciente con EPOC limita mucho su actividad?
-Es un círculo vicioso: como tiene fatiga, no se mueve. Hay un estudio bastante reciente de la Universidad de Valencia que nos dice que cuanto menos activo es el paciente con EPOC más posibilidades tiene de un ingreso hospitalario. Pero incluso conociendo esos datos la realidad es que uno de cada tres enfermo no hace nada. Su movimiento es mínimo. Y eso no puede ser. A lo mejor hay que empezar por ir a la compra, luego por coger un poco de peso... cada uno tiene su indicación e, insisto, la actividad física no solo hay que verla como deporte.
-¿Qué es la rehabilitación respiratoria?
-Es un tipo de tratamiento no farmacológico que incluye una serie de medidas como el ejercicio físico, la valoración de la terapia ocupacional, la fisioterapia respiratoria, la nutrición, el apoyo psicológico... de todas esas medidas nos encargamos nosotros, en el servicio de rehabilitación, y de todo eso el entrenamiento físico es lo más importante.
-¿Cuánta gente en el área está pendiente de rehabilitación respiratoria?
-Estamos empezando con este proyecto y buscando el apoyo del resto de compañeros, para que se conozca. Queremos crear el gérmen de lo que puede ser en un futuro una unidad de rehabilitación respiratoria.
