El pasado 5 de enero, con motivo de los 20 años de la insurgencia zapatista, la ONG Soldepaz Pachakuti organizó en el rastro de Gijón un acto con chocolate, globos y una pancarta con las palabras: "Derechos, culturas, indígenas". Habían pedido los permisos correspondientes -son una entidad veterana en la acción reivindicativa en Asturias y en Gijón-, pero no recibieron ni respuesta afirmativa ni negativa. Lo que sí recibieron fue una multa de 200 euros, que ya han reclamado al Ayuntamiento, incluso intentando ponerse, sin éxito, en contacto con la alcaldesa Carmen Moriyón. Nueve meses después diversos colectivos por los Derechos Humanos de México han enviado una carta a la alcaldesa para mostrar su queja.
"Hay que tener en cuenta la sensibilidad de los pueblos indígenas. A ellos les hiere bastante está situación. Hemos tenido una reunión con la concejala Eva Illán, hemos intervenido en un Pleno municipal y se nos ha dejado realizar otras actividades. Pero la multa sigue ahí", señala Javier Arjona, miembro de la ONG Soldepaz. En la carta remitida desde México, inciden en que Gijón fue sensible durante años a su causa con actividades "como el Jardín del Movimiento Indígena, la siembra de árboles siguiendo simbología de pueblos originarios, se ha colocado la 'wiphala' en el balcón municipal el 9 de agosto, además de actividades divulgativas en el día internacional de los pueblos indígenas". Por eso piden que el consistorio gijonés rectifique: "Nos gustaría que se evite toda tentación de persecución, vulneración o ataque a la identidad de las culturas indígenas". Y que en vez de multar a este colectivo se debería "haber premiado esa elemental actividad de promoción de los Derechos de los pueblos".
